Científicos registraron destellos regulares en el centro de la galaxia ESO 253-G003, se trataría de una estrella que agoniza alrededor de un agujero negro supermasivo.
Este fenómeno fue advertido por primera vez en noviembre de 2014 a 570 millones de años luz de la Tierra. Los investigadores pensaron que se trataba de la detonación de una supernova y lo llamaron "ASASSN-14ko".
Sin embargo, seis años después Anna Payne, científica de la NASA, descubrió que desde entonces el fenómeno se había repetido 17 veces, con intervalos precisos de cerca de 114 días terrestres. Además, advirtió que alcanzaba su brillo máximo en cinco días y luego poco a poco disminuía.
"Estas son las llamaradas recurrentes de múltiples longitudes de onda más predecibles y frecuentes que hemos visto en el núcleo de una galaxia", informó la investigadora mediante un comunicado de NASA, publicado este martes.
Payne y sus colegas presentaron tres posibles explicaciones vinculadas a la interacción de un agujero negro con la materia circundante. La primera versión apunta a dos agujeros negros que orbitan a una distancia relativamente pequeña uno de otro. La segunda sugiere el paso de una estrella, cuya órbita es inclinada, a través del disco de acreción del agujero negro. No obstante, en este caso las emisiones diferirían en forma, lo que no sucede en realidad.
La tercera –y, según los científicos, la más probable– los destellos serían resultado de un evento de disrupción de marea parcial. Cuando una estrella se acerca al horizonte de sucesos de un agujero negro y queda destrozada por su gravitación, libra cantidades colosales de materia y energía. En el caso de "ASASSN-14ko", la estrella pasa lo suficientemente lejos del agujero negro como para no ser destruida de inmediato, pero con cada destello pierde una masa de gas tres veces mayor que la de Júpiter. Sin embargo, será devorada por completo, afirman los expertos.
