El presidente Andrés Manuel López Obrador parece empeñado en poner en riesgo la estabilidad política de México con Estados Unidos, principal socio comercial de nuestro país y del cual depende gran parte de la economía mexicana.
Además de no condenar los actos que se presentaron este miércoles en el Capitolio, López Obrador señaló que no asistirá a la toma de protesta de Joe Biden como presidente del país del norte, algo que se puede tomar como un nuevo desafío hacia el próximo mandatario estadounidense.