Uno de los grandes defectos que tiene la sociedad mexicana es que da mayor veracidad a mitos que a cuestiones científicas y la nueva vacuna contra el COVID-19 no es la excepción, pues vemos que muchas personas han creído ciegamente los dichos en contra de este medicamento.
Uno de los mitos más fuertes es que supuestamente la vacuna alterará el material genético de las personas, ya que se está echando mano del llamado ARN mensajero.
El ARN mensajero se introducirá en nuestras células y permitirá a la maquinaria celular poder fabricar la proteína viral directamente, presentándose en la membrana celular y estimulando al sistema inmune, algo que por primera vez se usa en vacunas a gran escala.
Sin embargo, muchos sugieren teorías conspiradoras fuera de la realidad que apuntan a un control de nuestra persona a través de esta vacuna o en el peor de los casos que se trata de un medicamento que provocará un mayor riesgo de enfermarse.
Nada más falso que esto. Las vacunas COVID-19 de ninguna manera alterarán el código genético, únicamente lanzarán un mensaje a nuestro sistema inmune para que genere anticuerpos que luchen contra el coronavirus.
La rapidez en la que estuvo lista la vacuna también puede explicarse de manera sencilla, ya que los estudios previos en laboratorios fueron usados ante esta emergencia sanitaria, es decir, los científicos tenían al alcance de sus manos herramientas para desarrollar la vacuna rápidamente.
Por este motivo, es necesario que dejemos de escuchar mitos que vienen de la ignorancia, a fin de que la campaña de vacunación en nuestro país resulte un éxito.
