En estos momentos en que la pandemia de COVID-19 ha retomado fuerza resulta normal que nos comencemos a sentir preocupados, ya que no se ve el momento en que esta crisis sanitaria nos dé una tregua.
El estrés se comienza a apoderar de nosotros y en consecuencia nuestro cuerpo se hace más vulnerable no solo ante el COVID-19, sino ante otros males que pueden provocar daños en nuestra salud, algo que no nos conviene en estos tiempos.
Sin embargo, las fechas que estamos viviendo también nos permiten tomar un remedio que no viene en cápsulas o jarabes, además de que lo tenemos al alcance de nuestras manos, nos referimos a un justo y merecido descanso.
Por fiestas de fin de año, muchas personas están en casa y con tiempo disponible para consentirse, por lo que por principio de cuentas te recomendamos respirar y tratar de calmarte, puedes ayudarte con un baño caliente.
Come algo que te agrade y, por qué no, duerme más horas de las acostumbradas. Date el gusto de quedarte en la cama por decisión y no por necesidad, apaga tu celular o al menos siléncialo y escucha lo que te pide tu cuerpo.
Está científicamente comprobado que rebajar los niveles de estrés y el descanso ayuda a que nuestras defensas se fortalezcan, algo que es muy necesario en estos tiempos.
Por supuesto, acompaña este descanso con una buena alimentación y ayúdate de complementos como vitaminas, a fin de que tu cuerpo esté preparado en caso de tener que luchar contra un intruso.
