Cuando inició la pandemia de COVID-19 y con esta el confinamiento obligatorio en casa, también inició el boom de la llamada cultura de la productividad, que se ha convertido en un peso innecesario que muchas personas cargan en estos momentos.
Infinidad de mensajes vimos al inicio de la pandemia que ponían casi como una obligación que las personas confinadas en sus casas aprovecharan el tiempo para aprender nuevas cosas o ponerse en forma.
No podemos dejar de lado el bombardeo de cursos en línea sobre cualquier tema, que hacían en la gente la necesidad de estar ocupado en todo tiempo, más por un tema social que por superación personal.
Cuántas veces no leímos la absurda frase de: “si no sales de esta pandemia con un nuevo conocimiento o negocio, no habrás aprovechado el tiempo”, algo que resulta irrisorio, debido a que vivimos una crisis sanitaria, no un tiempo destinado a cursos de verano.
Esto se convirtió en una losa pesada que hasta el momento sigue cargando la gente, pero es necesario que el mundo entienda que se vale descansar y no estar pensando ser productivo en todo momento.
Si tú vives un estrés por no haber aprendido algo nuevo, no emprender un negocio o simplemente no bajar de peso, no te preocupes, millones están en tu misma situación.
Es justo que te sientes a ver la televisión, a leer un libro y escuchar música, pues tu mente merece también un descanso y liberar toda esa tensión que se vive en la pandemia, que -insistimos- no es un curso de verano.
