Un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió el jueves una mayor vigilancia en medio de la distribución de las vacunas contra el nuevo coronavirus, argumentando que éstas no son una "bala de plata" que pondrá fin a la pandemia de casi un año de duración y que ya ha matado a más de 1,6 millones de personas.
"Mientras el virus circule, sea donde sea que una persona viva o de donde quieras que venga, todos seguimos en riesgo y debemos continuar preparándonos para el peor de los casos", dijo el director de la oficina regional para el Pacífico Occidental de la OMS, Takeshi Kasai, en una conferencia virtual de prensa.
Kasai hizo un llamamiento a las personas más jóvenes y socialmente activas menores de 40 años para que "hagan todo lo posible para evitar contagiarse a sí mismo y a todos los que les rodean" a pesar de la ansiedad y las incertidumbres provocadas por la pandemia.
"Al seguir el consejo de las autoridades de salud puede contribuir directamente a proteger las vidas de las personas en su comunidad y revivir la economía de su sociedad en 2021", dijo Kasai.
Kasai también hizo un llamamiento a los Gobiernos de toda la región "para utilizar un grado adicional de vigilancia que detecte una señal temprana de infección entre los grupos que quedan fuera del sistema existente".
Kasai dijo que las vacunas contra la COVID-19 "no son una bala de plata que pondrá fin a la pandemia en un futuro cercano".
"El desarrollo de una vacuna segura y eficaz es una cosa, pero producirlas en cantidades adecuadas y que lleguen a todos los que las necesitan es otra. Inicialmente sólo estarán disponibles en cantidades limitadas y se debe priorizar a los grupos de alto riesgo", dijo.
