Aunque parezca contradictorio, ver cine de terror puede ayudar a las personas a enfrentar mejor psicológicamente situaciones de trauma. Así lo afirma una investigación que vincula la experiencia de mirar este tipo de películas con los miedos y traumas que tenemos en la vida real. ¿Cómo?
Los daños psicológicos que ha traído la pandemia de COVID-19 son innumerables. Aunque no todo el mundo vive la experiencia del aislamiento social y el encierro de la misma manera, es claro que, de una forma u otra, los cambios de la nueva normalidad nos han afectado a todos.
Pero, ¿cómo sobrevivir a la pandemia y conservar la cordura? Al parecer, hay un vínculo entre la forma en la que las personas atraviesan momentos difíciles y su consumo del cine de terror. Parece una relación aleatoria, pero varios estudios han indicado que los fans del cine de miedo tienen más bajo control su psiquis en circunstancias de vulnerabilidad emocional.
Las experiencias de experimental miedo bajo control, como mirar cine de terror, "pueden tener efectos positivos en términos de ajustar las estrategias de afrontamiento", dijo a la revista National Geographic Mathias Clasen, director del Laboratorio de Miedo Recreativo y profesor asociado de literatura y medios en la Universidad de Aarhus en Dinamarca.
En su libro Why Horror Seduces (Por qué el miedo seduce), de 2017, Clasen plantea que ver cine de miedo permite que las personas "aprendan acerca de sus propias formas de respuesta frente al impulso de miedo, y a cómo pueden regular sus emociones", incluso cuando las situaciones de la ficción de terror no tengan nada de común con las circunstancias que está atravesando el espectador en su vida.
Junto a otros investigadores, Clasen realizó un estudio que incluyó 310 participantes para evaluar cómo el consumo de cine de terror influía las experiencias psíquicas de las personas durante la pandemia de COVID-19.
¿Qué efectos tienen las películas de terror?
Titulado "Práctica pandémica: los fanáticos del terror y las personas con curiosidad mórbida son más resilientes psicológicamente durante la pandemia de COVID-19", el estudio es claro en sus resultados: los fanáticos del terror muestran menos angustia sicológica en tiempos de aislamiento social.
Entre sus apuntes, destacan que los cinéfilos amantes del miedo manifestaron sentirse más preparados para enfrentar la pandemia y, además, se mostraron más optimistas y resilientes durante el encierro. Otra curiosidad que destaca el estudio es que "las personas con curiosidad mórbida están más interesadas en las películas pandémicas durante la pandemia".
¿Cómo puede ayudarnos las pelis de terror?
"Una explicación de por qué las personas se involucran en experiencias de ficción aterradoras es que estas experiencias pueden actuar como simulaciones de experiencias reales a partir de las cuales los individuos pueden recopilar información y modelar mundos posibles", propone la investigación.
Observando cuánto y qué tipo de cine consumieron los participantes del estudio, encontraron que aquellos que manifestaron ser frecuentadores del cine de miedo mostraban "mayor preparación y resiliencia sicológica hacia la pandemia", así como también "mayor capacidad de recuperación".
Por otra parte, el consumo del género denominado "preparatorio", es decir, películas de ciencia ficción vinculadas a eventos apocalípticos, invasiones extraterrestres o zombies, se vinculó con "mayor capacidad de recuperación y preparación".
Según los investigadores, la conclusión principal es que "la exposición a ficciones aterradoras permite al público practicar estrategias de afrontamiento efectivas que pueden ser beneficiosas en situaciones del mundo real".