Los vacacionistas tienen la idea de que únicamente en las playas es donde más debemos cuidar nuestra piel de los rayos solares, motivo por el cual los bloqueadores solares se venden como pan caliente en tiempo de vacaciones, como las que estamos a punto de vivir.
Aunque el destino preferido es la playa, muchas personas deciden pasar unas vacaciones diferentes en la montaña, mejor si estos lugares tienen la nieve como punto extra para disfrutar de unos días de esparcimiento.
Sin embargo, si deciden pasar las vacaciones en la nieve, los vacacionistas no deben escatimar en protección solar, pues resulta que la nieve y la montaña son más peligrosas para la piel que la misma arena, el sol y el mar.
La ciencia explica que las quemaduras solares las provocan los rayos ultravioleta y no el calor como se considera, por lo que a pesar de las nubes, el viento y el frío de la montaña, la piel corre un mayor peligro de sufrir daños por el sol.
La radiación aumenta un 15 % cada 1000 metros de altura, además de que la nieve intensifica el efecto de los rayos solares debido a que la superficie blanca refleja hasta el 80 % de los rayos que caen sobre la nieve y se proyectan directamente en la piel y en los ojos.
