Tras meses de investigaciones, la única ruta por ahora es el cubrebocas

Tras meses de investigaciones, la única ruta por ahora es el cubrebocas

Foto: Xinhua

Desde que comenzó la pandemia, el Gobierno Federal emprendió una campaña de desprestigio al cubrebocas. En más de una decena de conferencias de prensa, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, desestimó el uso de este implemento. Pero la clínica de meses, sumada a las investigaciones, lo desmintió. Hoy, la única forma de prevenir la transmisión del coronavirus COVID-19 es a través del cubrebocas.

 

Un grupo de cinco científicos escribió en la prestigiosa revista Sciencie, una carta en la que afirman que “existe una evidencia abrumadora de que la inhalación de SARS-CoV-2 representa una ruta de transmisión importante para la COVID-19”. Según cuentan en la carta, las personas infectadas por el coronavirus, también las asintomáticas, sueltan miles de aerosoles cargados de virus, y también unas cuantas gotitas o gotículas.

 

Los aerosoles tienen un tamaño menor de 5 micrómetros (la milésima parte de 5 milímetros), aunque otros autores ponen el límite en los 100 micrómetros (0,1 milímetros), mientras que las gotículas tienen un tamaño mayor a 5 (o 100) micrómetros.

 

“Por lo tanto, es mucho más probable que uno inhale aerosoles que una gotita, así que la atención debe centrarse en la protección contra la transmisión por el aire (…) Urgimos a los funcionarios de salud pública a añadir instrucciones claras sobre la importancia de trasladar las actividades al aire libre, mejorar el aire interior mediante ventilación y filtración, y mejorar la protección para los trabajadores de alto riesgo”, aseguraron los científicos.

 

En este escenario es donde aparece la importancia del cubrebocas, preferentemente KN-95 por encima de cualquier otra medida. De hecho, el doctor Alejandro Macías, virólogo y responsable del combate al AH1N1 en 2009, es uno de los mayores defensores del uso del abrebocas y, al mismo tiempo, desestima el uso de tapetes con cloro o el uso de distintos purificadores químicos en la ropa. El SARS-CoV-2 se transmite por gotículas o aerosol -estornudo o tos- y no por otra vía.

 

El médico recomienda invertir en cubrebocas en lugar de otras acciones que dan una falsa sensación de seguridad. En tanto que para la OMS, “la transmisión de aerosoles -tos o estornudos- a cortas distancias no puede descartarse, particularmente en lugares interiores específicos, como en espacios abarrotados y no ventilados lo suficiente por un período prolongado de tiempo con personas infectadas".

 

El organismo añade que "en algunas circunstancias puede producirse una transmisión por vía aérea (como cuando se realizan procedimientos de generación de aerosoles en centros de atención sanitaria o, potencialmente, en lugares cerrados y poco ventilados en otros lugares)”.

 

Por ello, la recomendación es el uso de los cubrebocas KN95, debido a que son los más eficaces para filtrar las partículas ultrafinas de los virus. Según investigadores de la Universidad de Cambridge y de la Universidad Northwestern, Reino Unido, la eficacia de diferentes tejidos para filtrar partículas de entre 0,02 y 0,1 micrómetros -aproximadamente del tamaño de la mayoría de los virus- a altas velocidades, comparables a la tos o la respiración pesada. También probaron las mascarillas kn95 y las quirúrgicas.

 

Los resultados muestran que la mayoría de los tejidos que se utilizan habitualmente en las mascarillas no clínicas son eficaces para filtrar las partículas ultrafinas, pero complican la respiración. En cambio, las mascarillas kn95 fueron muy eficaces y facilitan la respiración

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