El retorno de Chihuahua al semáforo rojo de la pandemia y la seria amenaza que se cierne sobre Coahuila, Durango y Nuevo León, así como la entrada en vigor del Botón de Emergencia en Jalisco –eufemismo de Enrique Alfaro para no llamarle estado de excepción–, no obstaron para que los gobernadores Javier Corral, Miguel Riquelme, José Rosas Aispuro y Jaime Rodríguez encabezaran los actos públicos a los que convocó cada uno de los 10 gobiernos estatales que forman la Alianza Federalista para exigir una reunión con el presidente Andrés Manuel, rechazar lo que llaman reducciones presupuestales para 2021, oponerse a la desaparición ya aprobada por el Congreso de la Unión de 109 fideicomisos públicos y amagar con romper el pacto federal.
Mediáticamente no les fue tan mal, no tanto por la cobertura recibida, ésta se da en automático en casi todo lo que sea confrontar a López Obrador, como en sembrar inquietudes en voces y plumas que se distinguen por el equilibrio, si tal cosa es dable que exista, y que advierten “aires de peligroso rupturismo” (Julio Hernández, dixit) en algunos discursos y movilizaciones encabezadas por los gobernadores muy críticos de las giras y el limitado uso del cubreboca por AMLO, pero por lo visto ellos sí pueden tomarse todas las licencias frente a la pandemia, a pesar de los magros resultados que obtienen. Hernández lo ilustra en https://www.jornada.com.mx/2020/10/27/cartones/2. La comparación de Alfaro con Mariano Otero, a cargo de Enrique Krauze, costó 5 millones de pesos en publicidad para Letras Libres. Ya veremos cómo se congracia Héctor Aguilar Camín quien recibió 7 millones de pesos para Nexos (Anexos, le llaman varios colegas desde los tiempos del Padrino Carlos Salinas).
Sin embargo, el principal inquilino de Palacio Nacional descarta la posibilidad real de rompimiento del pacto federal por parte de gobernadores y les sugirió consultar a los ciudadanos y mandar obedeciendo. Raudo y veloz Alfaro Ramírez le tomó la palabra al presidente de manera parcial, pues no tiene idea de lo que es practicar aquel postulado, ya que destaca por el uso y abuso de métodos de fuerza, autoritarios, ante el reclamo social. Y su partido, Movimiento Ciudadano, guarda cómplice silencio, mientras que Cecilia Soto lo aplaude, que para eso cobra como representante en la Ciudad de México.
Para romper con el pacto federal también es indispensable, al decir de Obrador, promover una reforma a la Constitución Política, la cual no podría ser aprobada debido a la mayoría de Morena en el Congreso de la Unión.
Así de claro y de sencillo, pero a muchos políticos profesionales les encanta amenazar con el petate del muerto y enredar los temas y problemas porque actúan como sus conocedores e intérpretes únicos, pues perciben a los ciudadanos como causantes y votantes nada más. (La votación del domingo 25 en Chile por la nueva Constitución y haciendo a un lado a la partidocracia, mostró todo lo contrario en forma por demás espléndida). Sobre todo desde el espectro de las derechas aunque algunas se visten de socialdemócratas y otras no andan con medias tintas y se presentan como lo que son, grupos que mezclan dogmas religiosos e intereses empresariales, como los que más que acampar en el Zócalo hacen una suerte de performance.
Finalmente la decena de gobernadores están en lo suyo, defendiendo sus ingresos federales sí, pero con la vista bien puesta en las elecciones 6 de junio de 2021 aunque Alfaro juró a Denise Maerker que ya no buscará ningún cargo elección popular. Veremos.
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