Si algo ha caracterizado a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es la capacidad de generar distractores, a fin de darles un papel protagonista cuando las circunstancias del país lo requieran.
El “gran distractor” de este sexenio es sin duda el caso del exdirector de PEMEX, Emilio L, que tomó relevancia hace un par de meses y que hoy parece estar en pausa hasta que se requiera ponerlo nuevamente como tema principal en México.