El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que es "una pena" que su país haya alcanzado los 200.000 muertos por COVID-19, alegando que podría haber sido peor.
"Creo que es una pena", dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca, mientras trataba de defender la respuesta de su Administración a la pandemia.
"Creo que si no lo hubiéramos hecho de manera adecuada y correctamente, habría 2,5 millones de muertos", dijo. "Si se echa un vistazo a alternativas, podrías tener 2,5 millones de muertes o algo así. Podría haber un número que sería sustancialmente mayor".
Las muertes por coronavirus en Estados Unidos superaron los 200.000 el martes, mientras que el número de infecciones ha pasado de los 6,8 millones, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.
EE. UU. sigue siendo el país más afectado por la pandemia, con la mayor cantidad de casos y número de muertos del mundo, representando más de una quinta parte de las muertes mundiales.
"La idea de 200.000 muertes es realmente muy aleccionadora y, en algunos aspectos, impresionante", dijo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, durante una conferencia virtual organizada por CNN.
Fauci, también miembro del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, se negó a puntuar la gestión del país a la pandemia, pero dijo que los números hablan por sí mismos.
"Echa un vistazo a los números y saca tu propia conclusión", dijo. "No es necesaria una cita mía. Echa un vistazo a los números."
Mientras el país lamenta las pérdidas, la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, tuiteó que "el dolor se ve agravado por el simple hecho de que no tenía que haber sido así".
Culpó de la "tragedia nacional histórica" al "desprecio por la ciencia, la gobernanza y la salud del pueblo estadounidense" por parte de la Casa Blanca.