Con el fin de conmemorar esta semana llena de simbolismo patrio mexicano, he decidido indagar en dos íconos del cine mexicano de la comedia, Tin Tán y Cantinflas, como un homenaje a ambos y con el fin de ofrecer una visión muy generalizada de su trabajo, visto a través de comentarios de periodistas, críticos de cine y personalidades del mundo de los espectáculos, la cultura y la vida pública en general.
Comencemos con el gran Germán Genaro Cipriano Valdés Castillo conocido en el mundo del espectáculo como Tin Tán, quien integró una mancuerna actor-director muy sólida y prolífica con el director y guionista, Gilberto Martínez Solares, con quien consiguió sus mejores filmes, aunque como comenta Fernando Figueroa, “también los peores”.
Tin Tán fue un cómico multifacético, que consiguió con el personaje de Pachuco divertido y dicharachero generar opiniones encontradas acerca de su trabajo, si bien era el eje rector de su carrera, el lenguaje pocho –en el mejor sentido de la frase- le trajo grandes seguidores y un buen número de detractores también.
Participó en más de 100 largometrajes, de los cuales 36 fueron dirigidas por Martínez Solares, que probablemente fueron las más taquilleras, comenzando con “Calabacitas tiernas” (1948) y concluyendo, ya en plena decadencia con “Chanoc Contra el Tigre y El Vampiro” y “Las tarántulas”, ambas de 1971, de la mano del cineasta.
Sobre su presencia, vestimenta y lenguaje se dijeron muchas cosas y uno de sus seguidores incondicionales era el crítico, escritor, poeta… Salvador Novo, quien comentaba sobre sus variaciones del lenguaje, “Fue un gran innovador (…) y es que, efectivamente, en sus primeras apariciones generó un gran desconcierto”.
Un personaje multifacético que dejó un gran debate sobre la lengua castellana y la figura del pachuco entre la comunidad cinematográfica, cultural y política de nuestro país.
En contraparte, se encuentra la figura de Mario Moreno Reyes, mejor conocido como Cantinflas, quien, según el Diccionario de realizadores, actrices y actores, fue el “actor cómico (…) más popular y taquillero que haya dado el cine latinoamericano en todos los tiempos”. Su éxito como actor se basó en la improvisación, que al principio de su carrera era una limitante, pero con el paso de los años fue la característica que lo distinguió de otros cómicos, aunque en estricto sentido se parece mucho a la historia de Tin Tán, aplicando su trabajo para la (r)evolución de la lengua castellana, incluso su nombre aparece en el Diccionario de la Real Academia Española con el verbo cantinflear.
Sin duda, el mayor éxito de su carrera fue la cinta “Ahí está el detalle”, de 1940, filme que narra la confusión entre el perro "Bobby" y un gángster del mismo nombre desencadena una serie de enredos y anécdota que está basada en un hecho real, sobre todo la parte final, la del juicio, magistralmente materializada por el director Juan Bustillo Oro.
El cómico participó en más de 40 películas incluyendo “La vuelta al mundo en 80 días”, en Hollywood. Terminó su carrera también (como Tin Tán) en plena decadencia, con personajes unidimensionales, argumentos paupérrimos y cintas que invitaban a sentir lástima por el gran histrión que en sus primeros años fue Cantinflas.
Ahí está la reflexión, una semblanza de sus vidas, así que juzgue usted quién es mejor cómico mexicano, Tin Tán o Cantinflas.
Y ¡Que viva México!
Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.