Un avión en el que viajaba el presidente brasileño Jair Bolsonaro y su comitiva casi se estrella al intentar aterrizar en Sinop (estado de Mato Grosso, centro-oeste) debido al humo de los incendios que desde hace semanas queman el Pantanal.
El propio Bolsonaro reconoció el problema al aterrizar: "Hoy cuando el avión fue a aterrizar, arremetió (la maniobra que hace que arranque con fuerza); es la segunda vez en mi vida que pasa eso, una vez fue en Río de Janeiro, y obviamente algo anormal está pasando, en este caso es que la visibilidad no era muy buena".
Según la empresa administradora del aeropuerto de Sinop, había humo en el momento del aterrizaje y el piloto no tenía el 100 por ciento de visibilidad de la pista.
Este tipo de maniobra se produce cuando el piloto decide subir de nuevo con el avión mientras estaba realizando la operación de aterrizaje en dirección al suelo.
En el segundo intento, el avión, que también llevaba a los ministros de Defensa, Augusto Helena; Infraestructura, Tarcísio de Freitas y al jefe de la Secretaría de Gobierno, Luiz Eduardo Ramos, aterrizó sin problemas.
A pesar de los incendios que arrasan el Pantanal desde mediados de agosto, Bolsonaro decidió visitar la región para entregar títulos rurales y participar en una ceremonia de lanzamiento de la cosecha de la soja.
En su discurso a representantes del agronegocio, Bolsonaro dijo que hay "algunos incendios por Brasil" y que eso ocurre todos los años, y cargó contra los países extranjeros que critican la política medioambiental de Brasil.
"Otros países que nos critican no tienen problemas de incendios porque ya lo quemaron todo en sus países", aseguró.