La adrenalina que se vive en un concierto es una experiencia inigualable. Los gritos y la energía del público se combinan con la música que sale de los escenarios, provocando sensaciones que gracias al COVID-19 hoy en día están en pausa.
La necesidad de la sociedad de disfrutar de estos espectáculos ha dado pie a los llamados autoconciertos, recitales de diversas agrupaciones y artistas que ya se llevan a cabo en escenarios de la Ciudad de México.