El primer ministro japonés Shinzo Abe regresó hoy lunes a un hospital en Tokio una semana después de que supuestamente haya pasado por un "chequeo médico" en medio de rumores sobre su estado de salud.
Según fuentes gubernamentales cercanas al primer ministro, Abe ha regresado al Hospital Universitario de Keio para recibir los resultados de los controles médicos que se llevaron a cabo durante el "chequeo" que se había realizado por más de siete horas la semana pasada.
Abe ingresó al hospital el 17 de agosto, un día después de que el ex ministro de Economía, Akira Amari, dijera en un programa de televisión que el primer ministro necesita descansar, dando a entender que podría estar sufriendo de algún tipo de agotamiento.
"Abe se siente culpable ante la idea de tomarse un descanso. Necesitamos obligarlo a descansar, aunque sea solo por unos días", afirmó Amari, quien es cercano al premier, en el programa.
El viceprimer ministro, Taro Aso, también ha comentado sobre la salud el Abe relacionándolo con la apretada agenda del primer ministro, argumentando que Abe trabajó durante 147 días consecutivos hasta el 20 de junio, por lo que no sería sorprendente que alguien no "estuviese en forma" al trabajar de forma continua por tanto tiempo.
Abe, de 65 años, comenzó a fines de septiembre de 2006 su primer mandato como primer ministro, al cual renunció abruptamente a su cargo en 2007 debido a una enfermedad intestinal llamada colitis ulcerosa crónica.
Dado que la inquietud acerca de la salud del primer ministro ha ido en aumento en los últimos días, una revista semanal informó que Abe vomitó sangre en su oficina el 6 de julio.
Sin embargo, a principios del mes, el principal portavoz del gobierno de Japón, el secretario en jefe del gabinete, Yoshihide Suga, restó importancia a los posibles problemas de salud por los que Abe pueda estar pasando, y exclamó: "Veo al primer ministro todos los días y creo que no tiene ningún problema de salud, por eso ha estado desempeñando sus funciones sin inconvenientes".
