Jóvenes, los grandes perdedores en la pandemia de COVID-19

Jóvenes, los grandes perdedores en la pandemia de COVID-19

Foto: Enfoque

De acuerdo con la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, los jóvenes concentran más del 70 por ciento de despidos por COVID-19 en México, es decir, siete de cada 10 perdieron su empleo formal a causa de la pandemia, convirtiéndose en los principales perdedores de la pandemia de coronavirus.. En este sentido, Andrea Méndez, directora de la Fundación Forge afirma que es necesario crear espacios y oportunidades para la juventud en función de alcanzar una recuperación económica sostenible, en donde se aproveche el potencial y el talento de dicho sector productivo.

 

Bajo este contexto, a través de una conferencia de prensa para conmemorar el Día Internacional de la Juventud el 12 de agosto organizada por la Alianza, diversos expertos analizaron la problemática en materia de inclusión laboral, educación y falta de políticas públicas a favor de los jóvenes en el país. Gabriela Warketin, periodista mexicana expuso, "si revisamos lo que ha dicho la Organización Internacional del Trabajo o la ONU a través de la UNESCO, quienes serán los grandes perdedores en esta pandemia en términos laborales terminarán siendo los jóvenes".

 

Según la periodista, el sector trabajador compuesto por jóvenes es el más "sacrificable", pues en las empresas son los que han generado menos antigüedad. Además, resalta, quienes no perdieron el empleo se vieron inmersos en un nivel alto de precarización laboral, la cual no solo tiene motivos en los salarios bajos, sino en la falta de prestaciones laborales, inestabilidad económica y nulas posibilidades de crecimiento en un empleo.

 

Andrea Olmos, participante del programa Crea tu Futuro, comparte su testimonio del panorama laboral en México en tiempos de coronavirus. Ella, a sus 16 años empezó la búsqueda de empleo y no fue hasta los 18 que se le dio la oportunidad de trabajar en una empresa aseguradora. Al año de emplearse, tuvo una reducción de sueldo por no poder llevar a cabo la jornada completa de trabajo, pues seguía estudiando. Además, la renovación de su contrato se realizaba cada mes, por lo tanto, vivía en una incertidumbre constante de saber si seguiría contando con su fuente de ingresos. Finalmente, cuando entró la pandemia al país, fue la primera en perder su empleo.

 

Existen diversos contextos y condiciones que producen desventaja para dicho sector, entre ellas se encuentran la pobreza y las carencias de lo básico; la violencia vivida a nivel familiar, barrial y criminal; la situación de una escolaridad que no apela a los intereses de los jóvenes y, por lo tanto, produce un gran porcentaje de abandono escolar; falta de protección y seguridad social; y ante el contexto de pandemia, la evidente brecha tecnológica.

 

Asimismo, el estudio "Desarrollo humano y COVID-19 en México" realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó, en el país más de 1’400,000 personas abandonarán sus estudios. Ante esta situación, Frida Alejandra Esparza Márquez, diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), hizo un llamado a todos los niveles de gobierno a realizar una coordinación en función de prevenir y mitigar los daños causados por la pandemia en dicho sector, pues en cuestión educativa "México está a punto de regresar al nivel de 2015 por deserción masiva de estudiantes y bajo aprovechamiento derivado del estrés".

 

Warketin puso a discusión la pregunta de cómo se están formando los jóvenes en la actualidad, así como para qué mercado de trabajo. "Hay que replantearnos verdaderamente cómo estamos formando a la gente" instó la comunicadora, "debemos formar a los jóvenes para que sepan lidiar con la incertidumbre, que hoy será el ADN del mundo donde nos encontramos". Asimismo, invitó a las instituciones de educación de todos los niveles y a los medios de comunicación a dar visibilidad a la precarización y desaparición laboral para la juventud.

 

Por su parte, Miguel Gallardo, presidente de la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial, la cual promueve un comportamiento ético y socialmente responsable en las empresas, indicó que en el contexto actual de recuperación económica es indispensable no cerrar puertas de empleo a los jóvenes, pues merecen oportunidades para desarrollar su potencial.

 

A pesar de la crisis económica y sanitaria que México enfrenta tras la entrada de la pandemia de Covid-19, cerrar las oportunidades a los jóvenes y posicionarlos como perdedores comprometerá el presente y el futuro del país en materia de competitividad, cohesión social y seguridad. Por ello, Fundación Forge, junto con otras cuatro organizaciones que lideran la Alianza Jóvenes de Trabajo Digno propusieron el Decálogo de buenas prácticas de inclusión laboral orientada a jóvenes, el cual llama tanto al sector público como al privado a adherirse en función de generar mejores oportunidades de trabajo para la juventud mexicana.

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