Las fuerzas del orden de Bielorrusia tienen bajo control las protestas que estallaron en el país tras la jornada electoral, informó la agencia de noticias estatal Belta.
"La policía tiene bajo control la situación en los actos multitudinarios no autorizados", indicó el medio en su canal de Telegram citando al Ministerio del Interior del país.
En declaraciones a Sputnik Belarus, la portavoz del ministerio, Olga Chemodánova, confirmó estas informaciones y aseguró que la policía bielorrusa ha reforzado su presencia en todo el país.
"En estos momentos hay detenidos durante las manifestaciones no autorizadas, aunque la cifra definitiva se hará pública en adelante dado que las manifestaciones no han cesado todavía", indicó la funcionaria.
Escenas de batalla campal se han producido la noche del domingo en la capital bielorrusa, después de que cientos de personas se echaran a la calle para expresar su descontento con los primeros resultados oficiales de las elecciones a la presidencia del país que dan la victoria al actual mandatario, Alexandr Lukashenko.
La policía ha usado granadas aturdidoras, gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Los choques entre agentes y opositores continúan a esta hora en distintas zonas de Minsk.
Según un corresponsal de Sputnik, hay heridos tanto entre los manifestantes como entre los agentes, que son trasladados desde los lugares de enfrentamientos en ambulancias. Sin embargo, por el momento no hay datos oficiales a este respecto.
También se informa protestas, cargas policiales contra manifestantes y detenciones en otras ciudades bielorrusas, como Grodno o Brest.
De acuerdo con los resultados preliminares de la Comisión Electoral Central, el presidente Alexandr Lukashenko lidera la votación con el 81.35 por ciento, mientras su principal rival, la opositora Svetlana Tijanóvskaya, obtiene un 8 por ciento.
Tijanóvskaya no reconoció su derrota y aseguró contar con el apoyo de la mayoría de los bielorrusos. Otro candidato opositor, Andréi Dmítriev, también denunció "graves irregularidades" en el escrutinio.
