Luego de seis largos años parece que la justicia por fin podría llegar en el controvertido caso Chalchihuapan, donde el menor José Luis Tehuatlie murió al recibir un impacto de bala de goma en un enfrentamiento entre pobladores de esta localidad y policías estatales.
El gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta anunció que se buscará reabrir este caso que marcó a la administración morenovallista, por la gravedad de la situación y la manera poco clara en la que actuaron el entonces secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, y el otrora fiscal, Víctor Carrancá.
Con esto, el Gobierno de Puebla da un paso más a favor de la justicia y responde a una demanda social sobre este caso en particular, donde fueron notorias las series de irregularidades que permitieron que la muerte de José Luis Tehuatlie no fuera aclarada.
El tema no es menor, ya que si la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) autoriza que se reabra el caso, el Gobierno de Puebla tendría la oportunidad de impartir justicia y en la mira sin duda estarían Facundo Rosas y Víctor Carrancá.
Facundo Rosas es señalado como el principal responsable del fallido operativo que se dio en Chalchihuapan y que derivó en un duro enfrentamiento con pobladores, donde los elementos de la Policía Estatal hicieron gala de violencia injustificada.
Esto derivó en una demanda contra Rosas por parte de Elia Tamayo, madre del menor fallecido, donde se pidió investigar el uso de municiones y armas durante este enfrentamiento.
La demanda de Elia Tamayo fue en la entonces Procuraduría General de la República (PGR), debido a que la Fiscalía General del Estado (FGE) a cargo de Víctor Carrancá actuó de manera parcial y no sancionó a los responsables de este acto violento.
La FGE exoneró a los acusados de la muerte de José Luis Tehuatlie, provocando una serie de críticas hacia el exfiscal por no tomar en cuenta evidencias del uso de armas y municiones durante este enfrentamiento.
De esta manera, el brazo de la justicia podría caer en Facundo Rosas y Víctor Carrancá, que dejaron sus respectivos cargos en medio del desprestigio social por la manera en la que actuaron en casos como el de Chalchihuapan.