Científicos continúan analizando si el coronavirus provino de China, como se dio a conocer a principios de año, o no, ya que un nuevo estudio descubrió que el virus del COVID-19 ya estaba en las aguas residuales de Italia desde diciembre de 2019.
La investigación hecha por el ISS, instituto público de Francia, tomó muestras de aguas residuales recogidas en Italia desde octubre 2019 hasta febrero de este año, con el fin de conocer la evolución que tuvo el COVID-19 en este país, uno de los países más afectados por la enfermedad.
Los resultados arrojaron que en las pruebas de las aguas de diciembre 2018 de Milán y Turín se halló presencia del Ácido Ribonucleico que integra al SARS-Cov-2, lo que pudo haber originado el primer caso en este mes, pese a que en el registro oficial aparece que el primer paciente dio positivo el 20 de febrero.
Asimismo, el mismo instituto hizo pruebas con las aguas residuales de Barcelona, descubriendo que el virus también estuvo presente en España desde enero, es decir, antes de los registros oficiales, en este caso, 40 días antes de identificar el primer paciente contagiado.
Sin embargo, los investigadores aclararon que el hallazgo no quiere decir que el COVID-19 inició su propagación en estos países; sin embargo, en julio comenzarán un proyecto piloto para revisar las aguas negras de las zonas turísticas, con el fin de estar prevenidos para “los periodos potencialmente más críticos”.
