La preocupante tasa de mortalidad en Estados Unidos es resultado de la respuesta "lenta" del país contra la epidemia, dice un artículo publicado recientemente por la revista Time.
"La marcada disparidad en las tasas de mortalidad por la COVID-19 entre Estados Unidos y otros países ilustra la enorme diferencia entre la efectividad de la respuesta estadounidense a la pandemia y la de los países exitosos", dice el artículo publicado el miércoles y titulado "Respuesta de Estados Unidos a la COVID-19 es peor que la de China. 100 veces peor".
El artículo específicamente hace una comparación entre las respuestas epidémicas de Estados Unidos y de China, ya que la tasa de mortalidad del primero ahora es "100 veces mayor" que la de la segunda.
"Para el 31 de diciembre, las autoridades chinas habían informado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la amenaza. Para el 12 de enero, científicos chinos habían identificado el virus que causa la enfermedad y compartido su secuencia genética con el mundo para que todos los países pudieran desarrollar pruebas de la COVID-19 y empezar a trabajar en una vacuna", dice el artículo.
El país asiático también implementó "un confinamiento masivo" en Wuhan y desplegó en la ciudad a miles de miembros del personal médico, aceleró las pruebas y el rastreo de contactos para aislar nuevos casos, asimismo, construyó instalaciones médicas temporales para hospitalizar a pacientes con la COVID-19, medidas que han controlado la propagación del virus en el lugar, "ganando tiempo para que otras partes del país se prepararan", dijo.
En contraste, Estados Unidos, debido a una respuesta "muy demorada" del gobierno federal y de la mayoría de los gobiernos estatales, "le dio al virus semanas para propagarse sin restricciones y prácticamente sin ser detectado", señala el artículo.
"Desafortunadamente, vemos pocas señales de que el gobierno federal esté asumiendo el tipo de enfoque urgente, nacional y coordinado que es necesario para revertir las tendencias actuales", dice el artículo, y agrega que el país carece de suficientes pruebas diarias y de rastreo de contactos para terminar con seguridad el distanciamiento social.
A diferencia de algunos países que toman medidas rápidas y coordinadas, Estados Unidos sólo ha obtenido un "conjunto fragmentado de políticas estatales variables y mensajes, a menudo contradictorios, sobre las medidas de seguridad", lo que no solo pondrá más en peligro la salud humana, sino que también dañará la economía estadounidense.
"A menos que implemente agresivamente las lecciones que se aprenderán de las naciones exitosas, tememos que la tasa de mortalidad estadounidense podría aumentar a 200 veces la de China", agregó.
