La ciudad yemení de Adén registra la mortalidad más alta por coronavirus del mundo que asciende al 17 por ciento, declaró el secretario general de la ONU, António Guterres.
"Ningún país es más vulnerable que Yemen. En Adén, tenemos la tasa de mortalidad por COVID-19 más alta del mundo: el 17 por ciento de los enfermos mueren", dijo Guterres en una rueda de prensa.
Agregó que la situación en Yemen es absolutamente trágica.
"Habrá una conferencia sobre promesas de contribuciones pronto, y espero que la comunidad internacional muestre solidaridad con el pueblo yemení y financie completamente la solicitud que se presentará", añadió el secretario general.
Hasta la fecha, Yemen confirmó más de 250 casos del coronavirus, incluidas 59 muertes y solo 10 recuperaciones, pero la ONU ya expresó su preocupación de que los números reales pueden ser mucho más altos que los reportados debido a la baja capacidad para hacer las pruebas correspondientes.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.
En marzo de 2015 intervino en el conflicto, del lado de Hadi, una coalición militar suní encabezada por Arabia Saudí, que incluye a los Emiratos Árabes Unidos y otros países árabes.
Paralelamente, en Adén fue creado en 2017 el separatista Consejo de Transición del Sur, que busca restablecer la independencia de Yemen del Sur y apartarse de los territorios del norte del país, controlados por los hutíes.
En noviembre de 2019 el Gobierno de Yemen encabezado por Hadi y los separatistas del Consejo de Transición del Sur firmaron en Riad un acuerdo que busca poner fin al conflicto armado.