Así fue como nacieron las vacunas en el mundo

Así fue como nacieron las vacunas en el mundo

Foto: Unsplash

¿Nunca te preguntaste qué le dio nombre al término 'vacuna'? Su origen llevó a la erradicación de la viruela a nivel mundial y tiene más de 200 años. Hoy, el museo que honra al médico que la creó amenaza con cerrar a raíz de la pandemia de COVID-19.

 

En 1790 un mal acechaba a Europa. En Inglaterra, la viruela mataba al 80% de los niños que la contraían y a tres de cada 10 adultos. El inglés Edward Jenner fue quien más contribuyó al estudio de esta enfermedad y produjo la primera vacuna de la historia. Hoy, la pandemia de COVID-19 amenaza con cerrar de manera permanente el museo en su honor.

 

Causada por el variola virus, se cree que la viruela existió desde el año 10.000 antes de Cristo y fue finalmente declarada como erradicada completamente en 1980. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue "la primera enfermedad combatida a escala mundial".

 

¿Quién fue Edward Jenner, inventor de la vacuna?

 

Nacido el 17 de mayo de 1749, desde sus 13 años Jenner trabajó como asistente de un cirujano y boticario de Sodbury, en el interior de Inglaterra. En esos años el joven escuchó a una mujer que trabajaba como lechera decir algo que, posteriormente, guiaría sus experimentos. La mujer dijo que no contraería viruela porque había sufrido de viruela vacuna, una variante de la enfermedad en la población vacuna, causada por el virus variolae vaccine. Así fue como obtuvo la idea que, más tarde, lo llevaría a sus experimentos.

 

 

Ya en sus 20, comenzó a trabajar para otros médicos y terminó aprendiz del cirujano más reconocido del país en ese entonces, John Hunter, del Hospital Saint George de Londres. Fue en 1796 cuando dio el gran paso para desarrollar sus estudios sobre la viruela. En mayo de ese año, realizó su primer experimento con la ayuda de Sarah Nelms, una joven lechera que tenía lesiones frescas de la viruela vacuna en manos y brazos.

 

Jenner tomó muestras de las lesiones y las inoculó a un niño de 8 años llamado James Phipps el 14 de mayo de 1796. El niño desarrolló rápidamente una fiebre leve y molestias en las axilas. Nueve días más tarde, había perdido totalmente el apetito y sentía mucho frío, pero al día siguiente se sentía mucho mejor.

 

Tras su mejora, el inglés volvió a inocularlo con una nueva muestra de viruela, esta vez humana, pero el niño ya no tuvo síntomas. Fue lo suficiente para su conclusión: el niño había sido inmunizado. El término vacuna tiene su origen, precisamente, por el uso de muestras de viruela vacuna para inmunizar a las personas de viruela humana.

 

Un año más tarde envió su trabajo a la sociedad científica de Londres Royal Society, pero fue rechazado. Luego, habiendo repetido en varias oportunidades el experimento, publicó por su cuenta un libro explicando su tesis, que afirmaba que la inmunidad a la viruela podría efectuarse inyectando muestras de viruela vacuna en las personas.

 

Eventualmente, entró en contacto con los doctores londinenses George Pearson y William Woodville, quienes finalmente implementaron la vacunación y para finales de siglo ya se aplicaba en varios países de Europa.

 

¿Qué pasa con el museo?

 

Un grupo de médicos e inmunólogos ingleses crearon una organización benéfica privada llamada Jenner Appeal Trust, que compró la propiedad donde vivía Jenner y la convirtió en un museo en 1985.

 

Antes de la pandemia de COVID-19, los visitantes podían observar las habitaciones donde Jenner trabajaba e ideó buena parte de su tesis. Aproximadamente 7,000 personas al año visitan la Casa y Jardín Museo del Doctor Jenner, como es su nombre oficialmente. Ahora, la crisis del coronavirus, sin embargo, amenaza con cerrar el modesto museo.

 

 

"Como muchas organizaciones benéficas, no tenemos demasiadas reservas económicas, y un 70% de lo que generamos anualmente para sostener el museo depende del valor del ticket de entrada al museo, de la tienda de recuerdos, eventos y visitas escolares. La clausura prolongada del museo pone en riesgo su reapertura, y si no abre por un año el resultado puede ser catastrófico", indica un comunicado del museo.

 

"Hay una fría ironía en la idea de que el lugar de nacimiento de la vacunación, uno de los sitios más importantes en la historia de la medicina, se vea obligado a cerrar permanentemente por una pandemia", dijo el historiador y administrador del museo Owen Gower a la revista Smithsonian.

 

Por ello, están instando a las personas interesadas a donar para que la memoria de Edward Jenner pueda seguir siendo preservada.

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