Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informaron el lunes de que, entre marzo y principios de mayo, se registraron en la ciudad de Nueva York más de 5.000 muertos que podrían haber fallecido por COVID-19 y que previamente no se detectaron.
La cantidad real de casos y fallecidos por COVID-19 en la ciudad es probablemente mucho mayor de lo reportado, ya que algunas infecciones no habían sido detectadas, detalló la institución en un informe.
Del 11 de marzo al 2 de mayo, las autoridades sanitarias municipales reportaron 13.831 decesos asociados con el coronavirus confirmados por las pruebas de laboratorio y otros 5.048 probables.
Esas muertes confirmadas o posibles podrían no incluir las de contagiados "que no tuvieron acceso a las pruebas de diagnóstico, dieron falsos negativos, se infectaron después de dar negativo, murieron fuera de las instituciones de atención sanitaria o en cuya muerte los servicios sanitarios no consideraron la COVID-19 como posible causa", reza el texto.
El número tampoco incluye los fallecimientos no asociados directamente con la COVID-19, añade.
En total, hay 5.293 muertes no identificadas previamente como casos confirmados o probables de coronavirus que "se podrían haber atribuido, de forma directa o indirecta, a la pandemia", explica.
La ciudad de Nueva York es el epicentro de la COVID-19 en Estados Unidos, con 26.721 muertes hasta la tarde del lunes, según datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.