El expolicía y torturador de la dictadura franquista Antonio González Pacheco, más conocido como "Billy el Niño", falleció este jueves a los 73 años en Madrid a causa del covid-19, según informó la televisión pública española citando a fuentes policiales.
"Muere con coronavirus el exinspector de la Policía franquista y presunto torturador Billy el Niño", informa la televisión pública en su edición digital
González Pacheco es uno de los representantes más célebres de la represión de la dictadura, además de ser un caso paradigmático de la impunidad de las élites franquistas tras la transición a la democracia.
Pese a los cientos de testimonios de sus atrocidades y las múltiples denuncias presentadas por sus víctimas reclamando que se le juzgara por delitos de lesa humanidad, Billy el Niño nunca fue condenado por sus crímenes.
González Pacheco ingresó en la policía como subinspector en 1971 y fue destinado a la Brigada de Investigación Social, encargada de la investigación y represión de los grupos antifranquistas.
"Se sabía que si caías en las manos de la Brigada Político Social ibas a sufrir todo tipo de violencia", relataba en el verano de 2017 el militante antifranquista Luis Suárez-Carreño durante el acto de presentación de la primera querella contra Billy el Niño en España.
En esa querella, Suárez-Carreño detallaba las torturas sufridas en 1973 a manos del exinspector, que le encerró en los calabozos de la Dirección General de Seguridad de Madrid –situados en la actual sede del Gobierno regional– donde además de ser golpeado a diario se le negó la posibilidad de beber agua, dormir o incluso ver la luz del sol, todo ello mientras era forzado a llevar ropa de abrigo en pleno verano.
"Esa descripción de hechos es común a la gente que pasaba por la Dirección General de Seguridad, había una rutina de tortura sistemática que no siempre estaba destinada a obtener información: simplemente era la práctica habitual contra las personas que se oponían al régimen", relataba la víctima.
Pese a la abundancia de testimonios como este, Billy el Niño nunca fue llevado al banquillo de los acusados, e incluso la justicia española negó en múltiples ocasiones la posibilidad de que fuera juzgado en Argentina.
No solo eso, sino que el torturador recibió una protección especial por las instituciones, recibiendo hasta sus últimos días compensaciones económicas extraordinarias por las condecoraciones que se le otorgaron en su etapa como policía, que únicamente duro hasta 1982.
El Ministerio del Interior de España tenía desde hace meses un plan para retirarle las condecoraciones y las prestaciones extraordinarias tras años de presión de las organizaciones memorialistas, pero este plan nunca llegó a ejecutarse.
"La muerte del torturador González Pacheco sin haber sido juzgado, con sus medallas y privilegios intactos, es una vergüenza para la democracia y también para nosotros como Gobierno", dijo el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, tras conocerse la muerte del exinspector.
"Pido perdón a sus víctimas, luchadores por la democracia y la justicia", añadió Iglesias.
Por su parte, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) emitió un comunicado lamentando que "uno de los grandes y más terribles torturadores del final de la dictadura franquista" haya fallecido sin que se le retiraran los honores de Estado 45 años después de la muerte del dictador
"Ha fallecido con varias medallas pensionadas; eso quiere decir que con nuestros impuestos le hemos estado pagando una pensión especial. Sus víctimas nunca han obtenido justicia ni reparación. Un deshonor para nuestra democracia", lamentan los memorialistas.