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Luego de los problemas de salud que lo alejaron de la luz pública por varios días, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, reapareció este fin de semana en la inauguración de una empresa. Mucho se ha leído de la forma dictatorial de su gobierno, pero poco se sabe de su faceta como fanático del futbol.
Antes de llegar al poder, el ahora gobernante norcoreano estudió en la universidad de Berna, en Suiza, de donde aprovechaba la cercanía para viajar a Milán, en Italia, y ver los juegos del Inter en el estadio Guiseppe Meazza.
El periódico inglés The Sun, retomó una entrevista que el programa “Che Fuori Tempo Che Fa” le hizo al senador italiano Antonio Razzi, quien compartió estrecha relación con el mandatario, y su afición por el equipo neroazzurri, la cual se formó en su época universitaria.
"A Kim Jong-Un le encanta el fútbol y la gente me ha dicho que es fanático del Inter. Incluso vendría a San Siro para ver partidos en vivo. Parece que cuando estudiaba en Berna, solía ir al San Siro, especialmente para ver jugar al Inter de Milán", fueron las palabras de Razzi.
A finales de los 90, Kim estudió en la escuela internacional Liebefeld, a la cual se inscribió con una identidad falsa y era conocido por sus compañeros como Pak. Desde entonces, el futbol es parte importante de su vida y ahora de su gobierno, ya que en 2017 intentó llevar a la Juventus de Italia a Corea del Norte, debido a que ahí juega uno de sus futbolistas favoritos, el argentino Paulo Dybala.
A pesar de la poca trascendencia de Corea del Norte en el futbol, en su territorio está el estadio con mayor capacidad en el mundo, Rungrado Primero de Mayo, que puede albergar a 150,000 personas.
Incluso, de su mano ha impulsado la carrera de un prometedor jugador que se formó en una escuela en Barcelona. Han Kwand-Song es el “hijo” del líder coreano y debido a sus cualidades fue fichado por el Cagliari, de la Serie A, en 2015, con apenas 17 años, y en 2019 se unió al equipo juvenil de la Juventus.
