Al menos 13 personas murieron tras un tiroteo de doce horas que tuvo lugar en diversas comunidades de la provincia canadiense de Nueva Escocia el domingo, según la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, siglas en inglés).
En una conferencia de prensa en Darmouth el domingo por la noche, el superintendente en jefe de RCMP de Nueva Escocia, Chris Leather, confirmó que hay al menos 13 muertos en diferentes lugares a lo largo de la provincia, incluyendo un oficial de la RCMP.
Leather afirmó que puede haber más víctimas que no han entrado al recuento y que continuarán con la investigación.
El atacante fue identificado como Gabriel Wortman, de 51 años. Comenzó el tiroteo el sábado por la noche en Portapique, a unos 130 kilómetros al norte de Halifax, la capital de Nueva Escocia.
La Policía respondió a la llamada acerca de un ataque con armas de fuego en una residencia luego de haber recibido varios reclamos al 911. Al llegar a la residencia encontraron "varias víctimas", dentro y fuera de la casa. "Fue una situación que evolucionó muy rápidamente y representa una escena caótica", dijo Leather.
Luego de pedir a los residentes que se encierren en su casa y permanezcan allí, la Policía reforzó el área en Portapique y comenzó a buscar al atacante en diversos sitios, incluidas las construcciones en llamas.
La Policía intercambió disparos con el atacante mientras lo perseguía. Una mujer policía fue asesinada y otro policía resultó herido.
La persecución terminó con la muerte del atacante, cerca de una estación de servicio a unos 35 kilómetros al norte de Halifax alrededor de las 12 a.m., hora local del domingo.
"El hecho de que este individuo tuviera un uniforme y un auto de policía a su disposición nos indica que, ciertamente, éste no es un acto azaroso", dijo Leather.
Leather dijo que algunas de las víctimas no parecían conocer al atacante.
En un comunicado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, brindó sus condolencias a los allegados de las víctimas. "Mi corazón está con todos los afectados por esta situación terrible. Quiero agradecer a la Policía por su arduo trabajo y a los ciudadanos por cooperar con las autoridades".
El primer ministro de Nueva Escocia, Stephen McNeil, expresó su conmoción por el horrible incidente. "Este es uno de los actos de violencia más insensatos en la historia de nuestra provincia".
"Nuestros corazones están llenos de dolor y tristeza hoy, ya que hemos perdido a uno de los nuestros. Ofrecemos nuestras condolencias a la familia y amigos de nuestros miembros", indicó Brian Sauve, presidente del sindicato de la Federación de la Policía Nacional de Canadá, a través de un comunicado.
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