
La única estrategia para salvar la economía local en Puebla y el resto de país es concentrar todas las acciones de promoción y consumo en la penúltima semana de junio. De acuerdo con la estimación que hoy el Gobierno Federal presentó, quedan 71 días para proyectar el rescate de México en materia económica, la convalecencia del país ante el COVID-19.
Dicho de otra manera, los gobiernos federal, estatal y municipal deberán alinear sus políticas públicas para dinamizar la economía y al mismo tiempo hacer equipo con los planes que tengan las diferentes agrupaciones empresariales. Aunque el reto es mayúsculo, el establecimiento de una fecha del fin del confinamiento permite iniciar el proyecto de recuperación.
Hoy, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, informó que de acuerdo con proyecciones y modelos que han hecho especialistas de varias disciplinas y universidades, se estableció que el 25 de junio terminará el primer ciclo de la epidemia de Covid-19, al agotarse 95% de los casos.
Primero contener el virus
Para iniciar la recuperación económica en Puebla y el resto del país, debe fortalecerse el confinamiento y otras medidas de prevención. López Gatell aseguró que el diagnóstico del Equipo Científico ante el Covid-19 señala que México requiere medidas más determinantes para la fase 3.
En consecuencia, los gobiernos de las entidades y de los municipios tienen que promover las medidas de confinamiento, de uso de cubrebocas, gel antibacterial y la sanitización de espacios.
Hugo López-Gatell insistió por la mañana de este jueves que el cumplimiento de medidas solo se dará si se sigue con el cumplimiento de las medidas de mitigación y de la Jornada de Sana Distancia.
Por ello, el plan maestro para la recuperación del país debe iniciar por alinear las medidas de prevención y facultar a las autoridades para establecer sanciones a quienes rompan con el protocolo de prevención.
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Después, acelerar el sector terciario de la economía
Puebla tiene un amplio desarrollo económico en los tres sectores, aunque destaca en el de servicios y de transformación. Según el INEGI, en el sector secundario se ubica el 24.9% del total de la población ocupada en el Estado. Este sector abarca la minería, extracción de petróleo y gas, la industria manufacturera, electricidad y agua, la construcción y el sector automotor.
Sin embargo, de acuerdo con la previsión del banco BBVA, este sector junto con el primario enfrentarán el embate más fuerte de la contracción económica causada por la pandemia.
El corporativo español prevé una contracción del PIB de -4.5% para México en 2020, a causa de los efectos del coronavirus. El banco advirtió que aún hay factores que podrían agravar la revisión de la contracción; por ejemplo, si la epidemia de este virus no se controla en el verano.
“En los siguientes meses el consumo privado se verá deteriorado por el menor ingreso disponible de empresas y hogares como resultado del choque negativo sobre la producción y el empleo, mientras que la inversión profundizará su caída”, reportó el banco en un comunicado.
En Puebla, el sector terciario, bienes y servicios, tiene un bastión importante. Desde los servicios profesionales, hasta la industria turística en todas sus variables, forman parte de esta clasificación económica, la primera que podría activarse tras el fin del confinamiento
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El Gobierno del Estado anunció la derogación del Impuesto al Hospedaje, junto con otras medidas de apoyo fiscal a empresarios. A la par de estas medidas, el lanzamiento de una campaña de promoción para regresar a restaurantes, bares, hoteles y otros rubros de la industria del entretenimiento sería una medida eficaz.
Datos de la Secretaría de Turismo (Sectur) en Puebla, arrojan que en el periodo de agosto a diciembre de 2019, la afluencia de visitantes incrementó 6.6 % aumentando la derrama económica en 8.3 % respecto a 2018, al llegar a 6,614 millones de pesos.
Así, para el último semestre del año y con la intención de dinamizar la economía tras la pandemia, es urgente la alineación de políticas públicas y estrategias empresariales para acelerar el turismo interno y la visita de mexicanos de otros estados. La enorme ventaja del turismo es la migración de la riqueza (PIB local) a través del flujo de visitantes.
Finalmente, dar facilidades de promoción y crecimiento
Una vez que la economía terciaria en México y Puebla tenga un repunte, la generación de riqueza en el sector puede impactar en los otros a través del consumo. Por ello, los incentivos económicos y hasta salvamentos deberían coincidir con el repunte de esta estrategia basada en el flujo de visitantes.
Esta semana, el presidente Donald Trump propuso destinar 850,000 millones de dólares para ayudar a empresarios y a los ciudadanos estadounidenses, mientras que los gobiernos británico y francés anunciaron fondos por 400,000 millones de dólares y 300,000 millones de euros, respectivamente, para apoyar a las empresas afectadas por este virus que surgió en la ciudad de Wuhan, China.
Entre el impacto estimado en México, por los próximos 71 días, está la pérdida de empleos y daños en sectores como los servicios, la construcción, la manufactura, donde la gente no pueda hacer sus actividades desde casa
En Francia, el presidente Emmanuel Macron y su ministro de Economía, Bruno La Maire, consideraron al coronavirus como un enemigo a vencer, como si de una guerra se tratara. Y en ese sentido considera que son dos las guerras que se libran: la sanitaria y la económica.
"Hay también una guerra económica y financiera. Será larga y violenta, y debe movilizar todos nuestra fuerza", dijo el francés y adelantó que los recursos públicos que invertirá su gobierno serán para mecanismos que reduzcan la afectación de la economía a nivel industria, a nivel de empresas. Lo que se propone es estimular el crecimiento y la promoción del consumo.
En México y Puebla, la inyección de recursos para empresas de los sectores primario y terciario permitiría dinamizar la economía. El Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) actualmente ronda los 159,000 millones de dólares y puede usarse para este tipo de medidas.
Para salvar a México, se debería desarrollar este plan en una alineación perfecta entre empresarios y entidades gubernamentales. La salvación de México es posible debido a que hoy ya se tiene una fecha límite para el final del confinamiento, que será el inicio de la guerra, una guerra contra la pobreza y el hambre: la guerra por nuestra economía.