El subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, advirtió hoy que el organismo mundial tendrá que cerrar 31 de sus 41 programas de ayuda en Yemen en unas cuantas semanas debido a la falta de fondos.
"Esto significa que tendremos que empezar a eliminar muchas de las actividades que hubieran podido ofrecer a los yemeníes la mejor oportunidad para evitar la COVID-19", dijo Lowcock en una reunión virtual con el Consejo de Seguridad.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia tendrá que detener de inmediato la asistencia para las familias desplazadas por conflictos o desastres naturales. Esto significa que hasta un millón de desplazados no recibirán suministros críticos, incluyendo artículos de higiene que les ayuden a protegerse de enfermedades como el cólera y la COVID-19, dijo.
También se recortarán programas de nutrición, lo que afectará a 260.000 niños severamente desnutridos y dos millones de niños más con desnutrición moderada. Los sistemas inmunológicos de estos niños se verán debilitados, lo que los hará mucho más vulnerables a la COVID-19, el cólera y otras enfermedades, advirtió.
Es probable que las personas que se enfermen encuentren menos clínicas que los ayuden. La Organización Mundial de la Salud calcula que el 80 por ciento de los servicios sanitarios ofrecidos a través de la respuesta podrían detenerse a finales de abril, dijo Lowcock.
"Esto podría significar disolver los equipos de salud locales que han sido esenciales en la detección y la contención de anteriores brotes de enfermedades. Necesitamos estos equipos más que nunca antes, no sólo para mantener bajo control la COVID-19, sino también para contener un creciente riesgo de que el cólera pueda resurgir cuando inicie la temporada de lluvias".
La comunidad humanitaria, las agencias de la ONU, organizaciones internacionales no gubernamentales y otros actores, consideran que la mayor operación humanitaria del mundo no puede permitirse recortes extendidos durante esta emergencia sin precedentes, dijo Lowcock.
Las agencias de la ONU calculan que necesitan más de 900 millones de dólares para mantener las operaciones en Yemen hasta julio, dijo.
Lowcock agradeció a Arabia Saudí su promesa de la semana pasada de donar 500 millones de dólares para la respuesta dirigida por la ONU y 25 millones de dólares para actividades relacionadas con la COVID-19. También expresó la esperanza de que estos fondos se puedan desembolsar rápidamente de modo que los programas en riesgo puedan continuar.
Hasta ahora, la ONU ha recibido unos 800 millones de dólares en promesas y contribuciones para la respuesta en Yemen este año, en comparación con los 2.600 millones de dólares para este momento recibidos el año pasado, dijo Lowcock.
"De modo que exhorto a todos los donadores a prometer generosamente ahora y a liberar de inmediato al menos suficiente dinero para cubrir las operaciones de respuesta hasta julio. Para las operaciones más allá de julio, entendemos que algunos donadores podrían decidir desembolsar el resto de lo prometido sólo después de observar los futuros acontecimientos".
A pesar de las condiciones en el terreno y de la amenaza real para la seguridad y la salud del personal de la ONU, los actores humanitarios se quedan en Yemen y ofrecen ayuda. Parte del personal internacional fue rotado fuera de Yemen cuando los aeropuertos fueron cerrados hace varias semanas. El resto se quedó en el país y está trabajando con sus colegas yemeníes para ofrecer los críticos programas humanitarios en este difícil momento, dijo Lowcock. "Tenemos suficiente personal en el país para brindar los programas críticos. Lo que no tenemos es el dinero."
Las operaciones humanitarias siguen siendo un salvavidas para millones de yemeníes. Todos los meses, más de 13 millones de personas en todo el país reciben ayuda, dijo.