Con algo más que 50,000 habitantes, Groenlandia —país constituyente del Reino de Dinamarca— es uno de los rincones más remotos del mundo. Ahora, tras la recuperación de sus 11 pacientes con coronavirus, se ha convertido en uno de los poquísimos lugares sin casos activos.
Los 11 contagios se habían producido en la capital de Groenlandia, Nuuk. Los ciudadanos diagnosticados habían guardado cuarentena, y ya se han recuperado.
Las autoridades de la Unión Europea se han mostrado temerosas por el avance del coronavirus, ya que se trata de una isla muy grande, con una población significativa y con un sistema sanitario que no está preparado para tantos contagios.
"La pandemia aún puede golpear con fuerza —con mucha fuerza— Groenlandia, a su población dispersa de unos 57,000 habitantes y a su sistema de atención sanitaria limitado", comentó el European Union Observer.
La publicación también recuerda la "sombría historia de epidemias mortales que durante los siglos XVIII y XIX los colonizadores europeos exportaron" a la isla. El coronavirus es capaz de llegar rápidamente a las pequeñas y numerosas aldeas periféricas, desde donde es casi imposible llevar a los enfermos a hospitales.
De momento, no está claro si el virus regresará, ya que Nuuk está completamente cerrado. Recientemente, los funcionarios locales han prohibido la entrada y salida de la ciudad para quienes no dispongan de un permiso especial.
En toda Dinamarca hay más de 6,000 contagios, y 260 personas han muerto. Para detener el virus, las autoridades de Groenlandia han prohibido a todo avión y barco entrar en la isla sin el correspondiente permiso.
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