La URSS no solo derrotó al nazismo, sino que también hizo una contribución considerable a la Resistencia italiana. Unos 4,000 partisanos soviéticos lucharon codo con codo con los italianos, pero sus esfuerzos quedaron en la sombra.
Sputnik habló con Anna Roberti, presidenta honoraria de la asociación Mundo Ruso, que escribió un libro de ensayos en el que recupera los nombres y las historias de los partisanos soviéticos que cayeron en Italia.
Devolver los nombres y rostros de los que lucharon en aquellos años, es la mejor manera de transmitir a las generaciones actuales la importancia del papel de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial y la importancia de la lucha contra el fascismo nazi, opina la autora que se dedica a este tema desde hace unos 15 años.
El libro es una reconstrucción de la vida de unos noventa partisanos soviéticos, cuyos nombres pueden encontrarse en el Memorial de la Resistencia en el cementerio monumental de Turín.
Lo más importante es que los partisanos soviéticos eran combatientes entrenados por el Ejército Rojo que escaparon de los alemanes con armas, aseguró Anna Roberti.
"Muchos jóvenes partisanos italianos no entendían nada en absoluto. Los partisanos soviéticos se quedaron con los nuestros hasta el final, y los partisanos extranjeros se fueron a casa tan pronto como pudieron. Los soviéticos fueron muy valientes, estaban bien preparados e inspiraron a nuestros guerrilleros con coraje", declaró.
Recuperar la identidad, devolver la cara
La autora reconstruye la historia de los partisanos soviéticos en Italia a veces empezando con un nombre mal escrito o distorsionado.
"Combiné las historias en piezas, usando documentos italianos y rusos, fue un trabajo muy meticuloso, pero logré recuperar las historias de casi todos", destacó.
Los nietos de los partisanos soviéticos le contactan para saber la historia de sus antepasados. Algunos de ellos incluso lograron venir a Italia y visitar el Memorial, donde se inscriben los nombres de sus abuelos.
Una de las partisanas soviéticas que luchó en Turín era Tamara Firsova. Se casó con un partisano italiano y murió de sepsis durante el embarazo en la región de Marcas.
"Su nombre estaba en Turín, pero me llevó mucho tiempo averiguar quién era, según los informes, no luchó en el Piamonte. Pero a través de la gente de Marcas, incluso me las arreglé para conseguir una foto suya. Cuando pasas meses estudiando la historia de una persona y luego la ves en la foto, esto causa emociones muy fuertes. Recuperé su identidad, le devolví la cara", compartió la autora de libro.
Anna Roberti y sus colegas del Mundo ruso han impreso fotos de los partisanos soviéticos cuyos nombres estaban en Turín. Cada año organizan un pequeño Regimiento Inmortal con sus retratos.
Roberti denunció que el papel del pueblo soviético en la Segunda Guerra Mundial se está olvidando cada vez más junto con la sobrestimación de la ayuda de los aliados angloamericanos.
"Algunos historiadores han explicado muy bien este fenómeno: después del final de la Segunda Guerra Mundial, el paradigma en Italia cambió de antifascismo a anticomunismo", afirmó.
Destacó la necesidad de recordar el papel de la URSS en la guerra para enfatizar las verdades históricas.
"La contribución del pueblo ruso-soviético fue fundamental, porque sin la victoria en la batalla de Stalingrado y sin la resistencia en Leningrado, sin todo lo que el pueblo ruso-soviético había experimentado y hecho, Europa no habría derrotado a Hitler", concluyó.