El Sambódromo de Río de Janeiro se transforma para proteger a indigentes del COVID-19

El Sambódromo de Río de Janeiro se transforma para proteger a indigentes del COVID-19

Foto: Xinhua

Escenario habitual de los espectaculares desfiles de las escuelas de samba, el Sambódromo de Río de Janeiro pasó a ser utilizado en la lucha contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en Brasil y se transformó en un albergue de acogida para 160 personas sin techo.

  

La Alcaldía de Río de Janeiro decidió utilizar las tres escuelas que funcionan dentro de las graderías del Sambódromo para colocar cerca de 400 camas, repartidas en ocho clases en las que habitualmente estudian los alumnos, pero que con la cuarentena decretada, estaban vacías desde hace unas semanas.

  

La intención de las autoridades cariocas es dar abrigo a madres con niños, embarazadas, ancianos y hombres que viven en la calle, para protegerlos de cualquier riesgo de ser infectados por la COVID-19.

   

Respetando la distancia de un metro y medio entre cama y cama, se colocaron 128 colchones para hombres adultos en una de las escuelas, 144 camas para las mujeres y 120 para las personas de la tercera edad.

  

Cada cuarto adaptado tiene seis camas, ventiladores, y cada persona sin techo que decida albergarse en el Sambódromo tendrá derecho a tres comidas por día.

  

"Todas las personas que vengan aquí deberán respetar el período de cuarentena. Quien decida salir, no podrá regresar aquí", explicó la secretaria de Asistencia Social y Derechos Humanos de la Alcaldía de Río de Janeiro, Tia Ju.

  

"Trabajaremos a través de equipos multidisciplinares, con pedagogos y psicólogos para convencer a estas personas que su lugar es estar aquí dentro, que es donde están protegidos y que fuera, en la calle, quedan expuestos y pueden infectarse con el virus", agregó Ju.

  

Igualmente, también se preparó un espacio en el que se ofrece alimentación y material higiénico para personas que no tienen dónde ir.

  

Aquellas personas que presenten síntomas de COVID-19, como dificultades para respirar y fiebre alta, serán trasladados a un hospital de la ciudad.

  

Tia Ju explicó que para poder entrar en el Sambódromo, las personas sin techo son sometidas a una evaluación por parte de la Secretaría municipal de Asistencia Social, cuyos equipos recorren las calles de Río de Janeiro buscando mendigos.

  

Aquellas personas seleccionadas son trasladadas en una furgoneta hasta el Sambódromo, donde reciben un kit con jabón, sábanas, cepillo y pasta de dientes, y posteriormente son obligados a ducharse.

  

Antes de empezar a recibir las primeras personas, militares brasileños esterilizaron las instalaciones el pasado fin de semana para eliminar cualquier foco de infección o enfermedades en el local.

  

La Alcaldía de Río de Janeiro también puso a disposición para los sin techo el Hotel Popular de la Central do Brasil, a escasos metros del Sambódromo, e instaló 50 lavamanos en el centro de la ciudad para que las personas que viven en la calles puedan lavarse las manos, como forma de combate contra el virus.

  

Aunque no hay una cifra oficial de personas viviendo en la calle, se calcula que alrededor de 15,000 personas duermen en las calles de Río de Janeiro. El alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, admitió que la COVID-19 es un problema añadido para los mendigos.

  

"Ahora hay una nueva realidad, porque en las calles está más difícil de ganar calderilla, con menos personas circulando".

  

Brasil es el país de América Latina más afectado por el COVID-19. Según el último balance divulgado por el gobierno, son 359 muertes y 9,056 casos confirmados del virus en el país.

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