Un condado situado en la China central volvió a declararse en cuarentena después de que una mujer diese positivo en COVID-19 tras haberse contagiado de un médico que no mostraba síntomas.
Se trata del condado de Jia, cuya población asciende a 640.000 personas. Las autoridades locales publicaron una misiva en la que pidieron que los conjuntos residenciales permaneciesen cerrados. Además, aconsejaron a las personas que abandonan sus casas a hacerlo solo en posesión del respectivo permiso, que lleven mascarilla y se sometan a los chequeos de temperatura. El tráfico de los automóviles en las carreteras también será limitado.
Este movimiento se dio después de que un incidente pusiera nerviosos a los residentes locales. En particular, una mujer se infectó con el coronavirus tras haber visitado a un médico que portaba el SARS-CoV-2 y no mostraba síntomas. Estas personas pueden desempeñar un papel crucial en la expansión del patógeno, informa la agencia estadounidense Bloomberg.
Las pruebas realizadas el 25 de marzo en el hospital de Jia revelaron que al menos tres médicos fueron infectados con el SARS-CoV-2. Todos cenaron juntos en un restaurante el 13 de marzo. Uno de ellos previamente había viajado a Wuhan y se sometió a la cuarentena de dos semanas tras haber regresado al condado.
Sus casos no se hicieron públicos debido a que China no había divulgado el número de las infecciones asintomáticas hasta esta semana. Por ello, el país asiático fue duramente criticado por falta de transparencia. Los Estados como Japón y Corea del Sur siempre han incluido a los pacientes asintomáticos en el balance de los casos confirmados, mientras que China lo hacía solo cuando sus ciudadanos empezaban a mostrar síntomas, según el medio estadounidense.
Los casos de estos tres doctores se dieron a conocer solo después de que la mujer de 59 años tuviese fiebre y dolor de cabeza tras haber visitado el 28 de marzo a uno de ellos. La Comisión Nacional de Salud de China confirmó que para el 31 de marzo el país registró 1.367 casos asintomáticos bajo la cuarentena.
Recientemente China anunció haber logrado contener la expansión de la epidemia después de que el número de nuevos casos se redujera a cero el 19 de marzo. Sin embargo, hasta ahora persisten las preocupaciones de que pueda producirse una segunda oleada de la infección.