Es verdad que en estos momentos hay mucha gente en actividad constante; sin embargo, quienes estamos resguardados en casa, a veces vemos pasar el tiempo muy lentamente. Para todos ellos, les dejo tres recomendaciones de series de diferentes países y temáticas que le ayudarán a aligerar la espera durante esta cuarentena.
La primera de ellas es “El Protector” (The Protector, cuyo título original en turco fue Hakan: Muhafiz), serie de ciencia ficción dirigida por Can Evrenol, Umut Aral y Gönenç Uyanık, que se puede ver en la plataforma de Netflix.
La historia gira en torno al joven héroe Hakan, personificado por Çağatay Ulusoy, quien luego de la muerte de su padre, se entera que su misión en este mundo es proteger a Estambul y al mundo del ataque de los inmortales, un grupo de superdotados que quieren acabar con la humanidad.
Armado con su playera indestructible y una daga mágica (único instrumento que puede quitarle la vida a esos seres), Hakan, junto con un grupo de leales que han heredado su responsabilidad a sus generaciones subsecuentes, se enfrenta al destino para preservar la estabilidad.
Hasta el momento, “El Protector” lleva tres temporadas y, aunque no es una narrativa tan parecida a lo que estamos acostumbrados en occidente, es una opción interesante para los amantes del género de ciencia ficción.
Otra serie diametralmente opuesta es “Chernóbil” (Chernobyl) una coproducción entre Estados Unidos y Reino Unido, creada por Craig Mazin y dirigida por Johan Renck, transmitida en HBO.
Quién no ha escuchado hablar del accidente-incidente nuclear de Chernóbil en la ex Unión Soviética, cuando una explosión generó la mayor catástrofe nuclear en el mundo (hasta ese momento), situación que fue objeto de un estudio exhaustivo por parte de los científicos y autoridades rusas, así como de la comunidad internacional.
La miniserie, que se compone de apenas cinco capítulos de poco más de una hora cada uno, narra desde los ojos de uno de los científicos indignados por el incidente, el proceso de limpieza y reducción de efectos que se llevó a cabo en aquellos años, mostrando una posible explicación de lo que sucedió aquella madrugada del 26 abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin.
Una miniserie que lo mantendrá en tensión total durante todos los episodios, y que solo da un respiro al presenciar el colofón que nos deja el director sueco, Johan Renck.
Finalmente, le quiero contar de la serie “El buen doctor” (The Good doctor), un remake de una serie surcoreana del mismo nombre, desarrollada en la Unión americana por David Shore y Daniel Dae Kim, transmitida en Amazon Prime Video.
La serie es interpretada de una forma espectacular por Freddie Highmore, (el mismo que personificó al demente, Norman Bates en la serie Motel Bates), quien se transforma en un novel cirujano que padece autismo y que es apoyado por su mentor, el director del hospital donde comienza a hacer su residencia médica.
La historia va del drama a los destellos de comedia negra, con reflexiones interesantes sobre los diferentes momentos de la vida y sobre los padecimientos complejos, al más puro estilo del Doctor House, pero con un tono menos picoso en los comentarios.
Una historia que tiene también su lado romántico y tierno, que indudablemente disfrutará, si puede soportar la intensidad interpretativa de Highmore.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook, “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter o Trejohector en Spotify.