La baja actividad comercial y turística a causa del COVID-19 ha mostrado cielos más limpios en China. Las medidas sanitarias se han traducido en una disminución importante del consumo de combustibles fósiles, logrando una caída de al menos 25 % en sus emisiones de dióxido de carbono.
El mismo efecto ahora también se ha visto en Italia, el país más afectado fuera de China, que ha mostrado una fuerte baja de dióxido de carbono, además se ha disminuido notablemente la contaminación de las aguas en los canales de Venecia. En Madrid también hubo una baja en la contaminación en la ciudad, la cual se redujo un 35 %, pues la calidad del aire fue muy buena en 13 estaciones de la capital.