Sabemos que el COVID-19 es una enfermedad respiratoria que se propaga principalmente de persona a persona. También sabemos que los adultos mayores y quienes padecen enfermedades crónicas tienen más riesgo de desarrollar síntomas graves y que, por el contrario, los niños no. Sin embargo, muchos gobiernos han decidido cerrar las escuelas, ¿por qué?
El coronavirus explotó en China y se empezó a propagar por el mundo en los primerísimos días de 2020, por lo que todavía es poca la información precisa sobre este nuevo brote. No obstante, sí tenemos claro que puede ser mortal principalmente entre personas mayores con condiciones médicas preexistentes; y aunque nadie está a salvo de infectarse, los niños parecieran ser casi inmunes a sus síntomas.
Hasta el 16 de marzo, fueron confirmados 168.019 casos de personas infectadas de COVID-19, han muerto 6.610, y el virus se hizo presente en 148 países. Hay muy pocos casos de COVID-19 reportados en niños. "Todavía estamos aprendiendo sobre cómo los afecta", advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el último informe de los Centros Chinos de Control y Prevención de Enfermedades (que data de mediados de febrero), de poco menos de 45.000 personas con coronavirus, menos del 1% eran menores de nueve años, mientras que los que tenían entre 10 y 19 años representaban poco más del 1%. Muy por el contrario, las personas que tenían entre 50 y 59 años representaban casi el 25% de los casos, y los que tenían entre 60 y 69 años el 19%.
Por razones que aún son en parte incomprensibles, se ha constatado que los niños se ven menos afectados por este virus: hasta el momento no ha muerto ningún niño menor de 10 años.
¿Los niños contraen o no el coronavirus?
Aunque está comprobado que los niños sí se pueden infectar, en algunas ocasiones no presentan síntomas en absoluto. Algo similar se observa que sucede en los niños cuando padecen diferentes enfermedades infecciosas, incluyendo el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), pero todavía no se sabe el porqué.
La incógnita es si los niños son menos susceptibles al virus (lo que significa que tienen menos probabilidades de contraerlo), o si simplemente los síntomas en niños son más leves que en los adultos.
"No entendemos completamente el fenómeno, puede ser debido a las diferencias en las respuestas inmunológicas de los niños en comparación con los adultos", dijo a Live Science Andrew Pavia, jefe de la División de Enfermedades Infecciosas Pediátricas de la Universidad de Utah. "Una hipótesis es que la respuesta inmunológica innata, es decir, la respuesta temprana que se dirige ampliamente a grupos de patógenos, tiende a ser más activa [en los niños]", explicó.
Es decir, si la respuesta inmunológica innata es más fuerte en los niños expuestos al COVID-19, pueden combatir la infección más fácilmente que los adultos, sufriendo sólo síntomas leves. Que los niños estén contrayendo el coronavirus en una suerte de "versión más leve" también es el "primer y más probable escenario" planteado por el médico estadounidense Thomas Murray, director para la prevención de infecciones en el Hospital Infantil de Yale New Haven, según informó la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
Otra de las posibilidades es que los niños no se exponen, o se exponen y no contraen la infección. "Dada la rapidez con la que circula y lo que sabemos sobre otros virus respiratorios en los niños, esto es poco probable", dijo Murray. Sea cual sea la explicación, lo cierto es que este nuevo brote de coronavirus afecta en menor medida a los niños. Entonces ¿por qué muchos gobiernos han decidido cerrar las escuelas?
Coronavirus: ¿por qué suspender las clases?
Quizá te parezca obvio a esta altura, pero no está de más recordar que el COVID-19 es una enfermedad viral respiratoria que se propaga cuando las personas entran en contacto con otras. Esto significa que cualquier lugar donde haya varias personas, puede haber contagio.
Una de las mejores maneras de ayudar a controlar las epidemias o pandemias de virus como la gripe es cerrar las escuelas, según escribió Aubree Gordon, profesora de Salud Pública de la Universidad de Michigan en The Conversation. Si bien no está claro si los niños contraen o no el coronavirus, la experta explica que ellos transmiten infecciones más fácilmente y por más tiempo que los adultos; además, como están aprendiendo, suelen tener peores hábitos de higiene que los adultos.