En el panorama económico, el turismo es uno de los rubros que más afectaciones podría tener por la expansión del coronavirus COVID-19 en el mundo, sin embargo, los expertos afirman que aún es pronto para definir con entera exactitud la magnitud del daño.
Gloria Guevara, presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) afirmó que su Consejo, la Organización Mundial de Turismo (OMT) y la Universidad de Oxford realizaron un cálculo preliminar cuyo resultado fue que por lo menos 22 mil millones de dólares costará a la industria turística mundial la crisis causada por la expansión del COVID-19.
Su cálculo está basado en las experiencias con otras epidemias como el SARS y la influenza AH1N1 y ha tomado como referencia solo las pérdidas que se han podido cuantificar por la baja del flujo de viajeros chinos hacia otras partes del mundo desde que apareció el nuevo virus en aquel país.
El área geográfica más afectada será Asia, específicamente China, donde la derrama de turismo es de 11% del PIB y presentaba un crecimiento del 7 por ciento antes de los casos de COVID-19, resaltó Guevara. Además, la presidenta de WTTC especificó que, aproximadamente el 90 por ciento de las pérdidas que se calculan están relacionadas con el comportamiento de la población debido a la contingencia y no por el propio virus.
Para Europa, las circunstancias han cambiado debido al repentino brote de casos de COVID-19 en la región del norte de Italia; compañías europeas como BBVA, Luftansa, Deutsche Bank, Mapfre, Repsol, entre otras, decidieron cancelar los viajes de negocios de sus empleados y directivos a los puntos de mayor riesgo de contagio en ese país e incluso a otros destinos como Singapur, Japón, Irán, China y Corea del Sur.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OMT han pedido al sector turístico, en un comunicado, manejar la contingencia de forma coherente y proporcionada y no caer en medidas exageradas que podrían afectar mucho más la economía sin lograr ayudar con la contención de la epidemia. A la población se le ha pedido no dejar de viajar si no existe una alerta específica en alguno de los destinos.
Estados Unidos ha tomado también medidas de prevención para detener la entrada de personas infectadas y evitar que sus ciudadanos lo contraigan fuera de su país. La administración de Donald Trump instó a sus empresarios y ciudadanos en general a dejar de viajar y evitar lugares concurridos, cambiar reuniones por videollamadas y promover el home office, además ha endurecido las medidas de revisión en los aeropuertos, sobre todo de viajeros procedentes de China e Italia.
Otro de los gremios más afectados por la crisis de salud mundial por el coronavirus COVID-19 son las aerolíneas que ya presentan cancelaciones por falta de demanda a destinos con casos de los virus confirmados. Las pérdidas del sector están valuadas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en 27.151 millones de euros y tan solo las de origen chino podrían perder hasta 12 mil millones de euros.