
La delincuencia en Puebla va al alza y las autoridades poco a poco se ven rebasadas. La sociedad está en constante riesgo y no encuentra en ninguna dependencia u organismo el apoyo necesario para sentirse protegida.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CDH) debería ser uno de los organismos que estuviera al frente del cañón con la sociedad, dejando de lado esa protección a los derechos de delincuentes declarados que tanto lastima a los ciudadanos.