Uno de los beneficios con los que contamos hoy en día es la posibilidad de contratar un sistema de cable o un servicio de streaming, lo que nos ayuda a alejarnos de los contenidos bajos de calidad que ofrece la televisión abierta mexicana.
Sin embargo, también hemos pasado por momentos en los que nos vemos en la necesidad de checar qué programas hay en la televisión abierta, dándonos cuenta que es de lo más aburrida y desesperante.
Cualquiera pensaría que con la llegada de las nuevas tecnologías en cuestión de entretenimiento las cadenas de televisión abierta, léase Televisa y TV Azteca, buscarían mejorar sus contenidos para competir con Netflix, Amazon y sistemas de cable.
Sin embargo, esto no ha sucedido. Al contrario, vemos que la televisión abierta va en retroceso y debe recurrir a viejas series y programas debido a que su contenido “original” resulta penosamente mal elaborado y poco atractivo para el televidente.
La televisión abierta mexicana ha adoptado la mala costumbre de hacer malas copias de programas o series que han tenido éxito en los servicios de streaming y de paga; sin embargo, los malos actores y la pésima edición hacen que en lugar de emocionar, generen pena.
Además de estos evidentes defectos en sus contenidos, la TV abierta está inundada de cortes comerciales y claro ejemplo es que un capítulo de una serie que dura 20 minutos se alarga hasta 45 por la enorme cantidad de anuncios que hay.
El único fuerte de la TV abierta son los contenidos deportivos, específicamente el futbol mexicano, que aún provoca números aceptables de rating; sin embargo, se debe también tomar en cuenta que muchos clubes han cedido sus derechos de transmisión a cadenas extranjeras que se transmiten por señal de paga.
De esta manera, los mexicanos que no cuentan con el beneficio de una señal de paga o servicio de streaming deben soportar contenidos basura, infinidad de comerciales y poca calidad en la TV abierta.