Padres antivacunas, un foco rojo en la salud pública

Padres antivacunas, un foco rojo en la salud pública

Con la rápida propagación del nuevo coronavirus, el mundo entero se ha puesto en alerta máxima por el riesgo de algún contagio; sin embargo, hay un grupo de la sociedad que podría ser un detonante para que este y otros virus generen una epidemia en México.

 

De unos años a la fecha han surgido los llamados padres antivacunas, que con argumentos poco claros deciden no vacunar a sus hijos, exponiéndolos a enfermedades que en muchos casos pueden resultar fatales.

 

Males que padecían estar erradicados en Europa y América Latina están resurgiendo gracias a los padres antivacunas, que no comprenden o no quieren comprender que en estos momentos son un foco rojo en la salud pública.

 

Los padres antivacunas no solo están poniendo en riesgo a sus propios hijos, sino también a otros niños enfermos con cáncer o VIH, pues éstos cuentan con un sistema inmunológico vulnerable ante cualquier virus por muy débil que sea.

 

El sarampión, poliomielitis y la difteria, erradicada hace 30 años, son algunas de las enfermedades que están regresando gracias a los antivacunas.

 

En México, el tétanos neonatal fue erradicado desde 2010; la rubéola congénita desde 2008 y el sarampión endémico desde 2006; sin embargo, el riesgo de un nuevo brote es constante por la necedad de algunos padres de no vacunar a sus hijos.

 

Expertos en la materia aseguran que los padres antivacunas se han dejado influenciar por datos erróneos que ven en redes sociales o por conversaciones con “charlatanes”, que ofrecen alternativas “naturales” para evitar que sus hijos sean vacunados.

 

Con el nuevo coronavirus, cualquiera de estos niños sin vacunas está en un grave riesgo, además de que se pueden convertir en una fuente de infección que estaría afectando a otros menores con problemas de salud ya de por sí graves.

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