.gif)
Tras más de 7.000 personas contagiadas y 172 fallecimientos, la Organización Mundial de la Salud reunida en Ginebra decretó finalmente la emergencia internacional.
Pero esta no es la primera vez que el Comité de Emergencia de la OMS toma esta determinación. Ya se ha hecho en cinco ocasiones anteriores: en el año 2009 ante la gripe H1N1; en 2014 y 2019 por los brotes de Ébola en África Occidental y la República Democrática del Congo; también en 2014 luego de la epidemia de polio, y en el año 2016 por el virus Zika.
Emergencia de H1N1
También conocida como gripe porcina, se trata de una afección respiratoria muy contagiosa y aguda, producida por un virus tipo A que usualmente afecta a los cerdos, pero que en dicho año dio un salto hacia víctimas humanas.
El brote de H1N1 comenzó en México, extendiéndose por nuestro país y los Estados Unidos, país donde se diagnosticaron los primeros casos confirmados. Los síntomas son muy similares a los de una gripe normal, pero puede producir una neumonía grave con alto índice de mortalidad.
La Organización Mundial de la Salud clasificó el H1N1 como pandemia en curso el 11 de junio del 2009, concluyendo este fenómeno hasta el 10 de agosto del 2010. Durante este periodo, según el Departamento de Salud de los Estados Unidos, se produjeron 60,8 millones de contagios, con un saldo de 12.469 muertos.
Emergencias de Ébola en 2014 y 2019
Este virus fue identificado por primera vez en 1976 en Sudán y Zaire (hoy la República Democrática del Congo), detonándose desde entonces treinta brotes limitados. Se trata de una enfermedad potencialmente letal, que se contagia por el contacto con fluidos corporales. Por lo anterior, el manejo de la enfermedad por parte del personal médico es muy peligroso.
El Ébola no es contagioso hasta que aparecen los síntomas, entre 2 y 21 días después del contagio, que son fiebre, debilidad intensa, dolores musculares, de cabeza y garganta, seguidos de vómitos, diarrea, erupciones, disfunción renal y hepática, así como hemorragias internas y externas.
Si bien la OMS declaró la emergencia en 2014, el brote se originó en diciembre de 2013 en Guinea, finalizando dicho estado el 29 de marzo de 2016, con un saldo de 28.000 infectados y 11.300 personas muertas.
Para el año 2019 se declaró una nueva emergencia, esta vez por un brote surgido en la región de Kivu, en la República Democrática del Congo. Al mes de junio del año pasado, se contabilizaban 2.145 casos con 1.596 fallecidos, sin que hasta el momento se haya extinguido la emergencia.
Emergencia de Poliomielitis de 2014
La Poliomielitis es una enfermedad viral que afecta los nervios, pudiendo llevar a una parálisis parcial o total, que afecta sobre todo a niños. La provoca el poliovirus, que se contagia por contacto con otra persona, o con mocos, flemas y heces infectadas.
Durante el 2014 el número de personas afectadas aumentó en un 183%, y aunque no eran muchos los casos presentados, el hecho de ser una enfermedad “casi” erradicada obligó a prestarle especial atención. Por tanto, la OMS declaró la alerta mundial en mayo de dicho año.
El contagio del poliovirus se puede detener gracias a las vacunas, efectivas y baratas, que están a disposición de la mayoría de la gente. Sin embargo aún existen países donde no se ha podido detener su transmisión: Afganistan, Nigeria y Pakistán.
Emergencia de Zika de 2016
Este virus se propaga principalmente por la picadura del mosquito Aedes, aunque también puede ocurrir por relaciones sexuales y vía perinatal. Sus síntomas son fiebre, dolor en las articulaciones, erupciones y ojos rojos.
El Zika se detectó por primera vez en macacos de Uganda en 1947, y para 1952 se dieron los primeros casos en humanos.
Entre los efectos nocivos del Zika está la microcefalia y otras malformaciones en el feto, si se adquiere durante el embarazo, además de complicaciones como parto prematuro y aborto espontáneo.
El brote del Zika del año 2016 tuvo como escenario Sudamérica, América Central y el Caribe. Sin embargo el virus se ha extendido más allá de esas fronteras, toda vez que su contagio se está desligando de la picadura del mosquito.
