Lo que en un principio se pensó que eran restos humanos y que fueron localizados ayer por la tarde en el fraccionamiento Bosques de Chapultepec, terminaron por ser de un perro, situación que se descubrió hasta que los cuerpos de emergencia desenterraron la osamenta.
Así lo confirmaron fuentes policiales, que explicaron que todo empezó cuando un hombre junto con su hijo y su perro acudieron a recolectar arena abajo del puente que se ubica atrás de la Bodega Auerrerá Exprés de Bosques de Chapultepec.
Mientras juntaban la arena, que emplearían para un trabajo escolar, el perro de esta familia comenzó a desenterrar algo y fue ahí donde se percataron de lo que parecía ser una cabeza, por lo que decidieron alejarse y llamar al 911.
Elementos de la Policía Municipal acudieron y confirmaron la presencia de restos, pero para preservar la escena no removieron más tierra y al igual que la persona que reportó el hallazgo, coincidieron en que podían ser de humano.
Después llegó la Fiscalía General del Estado y Protección Civil Municipal y se hicieron cargo de comenzar a desenterrar los restos; hasta después de las 21:00 horas descubrieron que en realidad se trataba de un perro y no de un humano lo que ahí estaba enterrado.