En la ciudad china de Wuhan, epicentro del brote del coronavirus, familias enteras se vieron afectadas por un malestar que no pueden diagnosticar por falta de instrumentos, y llevan horas de espera en hospitales abarrotados.
Uno de tantos casos es el de Iris Liu, de 30 años, que la semana pasada tuvo que esperar ocho horas en el hospital antes de que su madre, afectada por una infección pulmonar misteriosa desde mediados de enero, pudiera recibir tratamiento intravenoso.
Poco después se enfermó su padre que, según médicos, "muy probablemente" tiene el coronavirus pero ese diagnosis no fue confirmado por falta de pruebas adecuadas.
"A mi madre no le confirmaron la infección con el nuevo coronavirus, y yo no estaba segura si mi padre se contagió de mi madre o cuando fue al hospital para cuidarla", dijo Liu en una entrevista telefónica con Sputnik.
Según la mujer, "las pruebas especiales para detectar el coronavirus se están agotando en la ciudad, los médicos solo nos dijeron que mi padre estaba infectado pero no pudieron darnos ningún documento que lo confirmara".
Los hospitales de Wuhan, que quedó aislada por orden de las autoridades, están repletos de pacientes como los padres de Liu.
El tiempo promedio de espera para recibir tratamiento intravenoso es de unas seis u ocho horas, y solo los pacientes graves pueden ser hospitalizados.
"Los doctores del Hospital Central de Wuhan me dijeron que mi padre tenía que ser hospitalizado porque necesitaba oxígeno adicional para que pueda respirar, pero el hospital no tenía camas disponibles", prosiguió la mujer.
Después de varias idas y vueltas, Liu finalmente encontró un puesto para su padre en la zona de cuarentena en el Hospital Wuchang pero no todas las familias son tan afortunadas.
Kong Qingwen, cuya abuela, de 83 años, murió el pasado miércoles después de una fiebre, está buscando una cama en hospital para su abuelo, de 85 años, que muy probablemente tiene el coronavirus, de acuerdo con los médicos.
"No hay camas disponibles en ninguna parte. ¡No quiero perder a ambos abuelos en una semana!", se quejó Kong a Sputnik.
Pero, según Kong, su caso no es el único en Wuhan.
En tanto, Liu dijo a esta agencia que lleva tres días con fiebre y, además, su marido también se siente mal.
"Hasta que me confirmen que estoy infectada por coronavirus, esperaré no tenerlo", declaró la mujer que por el momento rechaza hospitalizarse para no dejar sin camas a los más necesitados.
Después de cinco días en cuarentena, al padre de Liu todavía no le han confirmado si tiene el coronavirus.
Para la medianoche del 27 de enero, se confirmaron más de 4.500 casos de neumonía provocada por el nuevo coronavirus en 30 regiones de China y 106 fallecimientos, a los que se suman casos aislados en una docena de países de cuatro continentes, principalmente en Asia.