La decisión sobre el cierre de la ciudad china de Wuhan, donde se originó el brote del nuevo coronavirus, fue difícil pero necesaria, declaró este lunes el alcalde de la urbe, Zhou Xianwang.
"Fue una decisión muy difícil y su carácter inesperado se debe a la propagación de la enfermedad de manera también muy inesperada", declaró Zhou en una entrevista con la Televisión Central de China, al agregar que fue necesario cerrar la ciudad para evitar que sus ciudadanos salgan y contagien a otras personas.
El alcalde destacó que no hay excepciones, incluso para él mismo.
"Permaneciendo encerrado en mi casa dentro de esta ciudad sellada, tampoco puedo salir y contagiar a otros, ese es el objetivo del cierre de Wuhan", dijo.
Lamentó que no haya avisos preliminares sobre este tipo de epidemias, a diferencia de las alarmas de incendio y los pronósticos meteorológicos para inundaciones y otros desastres naturales.
Subrayó que si las autoridades de Wuhan no hubieran tomado medidas decididas, habría sido difícil imaginar las consecuencias de este virus para la humanidad.
También el alcalde de Wuhan mostró su disposición a renunciar al cargo si sus decisiones para prevenir la propagación del coronavirus provocan el descontento público.
"Si las personas cerradas en la ciudad se enfadan con nuestras acciones, podemos dejar nuestros cargos para sofocar la indignación pública, pero todos estamos de acuerdo que lo principal es controlar la propagación de la enfermedad", afirmó Zhou.
Desde el jueves pasado en Wuhan está suspendido todo el transporte público, incluidos los autobuses urbanos, el metro, y los autocares de larga distancia. Asimismo, se suspendieron las salidas y llegadas en los aeropuertos y estaciones de trenes.