Que gran responsabilidad es retomar un personaje de una tira cómica y llevarlo al cine. Ya sucedió en México con buenos resultados en muchas ocasiones, solo basta recordar el filme de “El Santos vs. La Tetona Mendoza” (2012) o “Kalimán” (1976), por mencionar solo algunos, en realidad, implica un esfuerzo inmenso, pues se trata de recrear al personaje en un lenguaje artístico diferente, de las páginas de una revista o la plataforma digital a la pantalla grande y eso no es nada sencillo, tal como lo mostro “Cindy La Regia”, filme dirigido por Catalina Aguilar Mastretta y Santiago Limón.
El ejercicio narrativo es muy sensible, sobre todo para los múltiples seguidores del sonorense Ricardo Cucamunga, creador del ingenuo y divertido personaje, pero que es opacado por un argumento simplón y falto de creatividad, que llevan al largometraje a la ruina.
Se trata de una comedia boba, que nos narra el momento en que “Cindy La Regia” (Cassandra Sánchez Navarro), una chica de sociedad, entra en una crisis existencial, impulsada por la propuesta de matrimonio que le hace su novio. Ella no quiere casarse y decide viajar a la Ciudad de México a buscar a su prima Angie (Regina Blandón), sin avisarle a nadie, más que su empleada doméstica.
En la ciudad, padece todos los inconvenientes que una regiomontana pudiera sufrir, enfrentándose a todas las maldiciones que la capital chilanga le puede hacer sufrir. Un argumento sumamente lleno de clichés y frases clasistas, al más puro estilo de la tira cómica, pero usadas de una forma recalcitrante y diluidas con observaciones incluyentes a todas luces forzadas.
Durante 108 minutos, Cassandra Sánchez Navarro aguanta todo el peso del guion sobre sus hombros, cumpliendo con un trabajo histriónico decoroso, pero que no da para mucho, pues el predecible y atropellado argumento, terminan por colapsar la cinta.
El filme, producido por Draco Films y Videocine, queda mucho a deber. La aparición de Martha Debayle, caracterizando a Martha Debayle, es decir, con el estandarte del clasismo por delante, interrumpe abruptamente el mensaje de inclusión que de forzadamente intentan introducir los directores, Catalina Aguilar Mastretta y Santiago Limón.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook y “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.