La crisis climática será la principal amenaza para el mundo en la próxima década, advirtió hoy el Foro Económico Mundial (FEM) en su más reciente informe.
De acuerdo con el informe, los mayores riesgos para el mundo en los próximos diez años, clasificados conforme a su probabilidad, incluyen clima extremo, incapacidad para abordar el cambio climático, daño ambiental causado por el hombre, pérdida importante de biodiversidad y colapso de ecosistemas, e importantes desastres naturales.
El Informe Global de Riesgos se produjo antes de la reunión anual del FEM que se realizará la próxima semana en Davos, una localidad suiza, en la que cerca de 3.000 participantes de todo el mundo, incluyendo a 53 jefes de Estado o de gobierno, discutirán la economía mundial, el desarrollo sostenible, geopolítica y otros asuntos.
"El panorama político está polarizado, el nivel del mar está subiendo y los incendios climáticos están ardiendo. Este es el año en el que los líderes mundiales deben trabajar con todos los sectores de la sociedad para reparar y revitalizar nuestros sistemas de cooperación, no sólo para el beneficio de corto plazo, sino también para abordar los riesgos más arraigados", dijo Borge Brende, presidente del FEM, en una conferencia de prensa en Londres.
El informe advirtió que si no se presta urgente atención a reparar las divisiones sociales y a impulsar el crecimiento económico sostenible, los líderes mundiales no podrán abordar sistemáticamente amenazas como las crisis climáticas o de biodiversidad.
Analistas dijeron que está creciendo la presión sobre las empresas para emprender acciones que ayuden a abordar la creciente volatilidad climática.
John Drzik, presidente de Marsh & McLennan Insights, una empresa mundial de servicios profesionales que trabajó con el FEM en este informe, dijo que los avances científicos implican que los riesgos climáticos ahora podrán incorporarse en los planes de negocios y manejo de riesgos, en el contexto de eventos de alto perfil como los incendios recientes en Australia y California que están añadiendo presión sobre las compañías para tomar acciones contra la crisis climática.