Las adicciones no solo son hacia las drogas, el alcohol y el cigarro. Hay adicciones igual de fuertes que las antes mencionadas y que generan en las personas grandes problemas para erradicarlas de su vida, como es la adicción a la siempre refrescante Coca-Cola.
Es de todos conocidos los problemas a la salud que genera este refresco que ha estado en nuestras vidas generación tras generación. Aunque el consumo esporádico de esta bebida no causa gran problema, muchas personas han sustituido el agua por este refresco.
Y sí, dejar la Coca-Cola es un gran reto que necesita mucha fuerza de voluntad, pero que también da grandes beneficios para nuestra salud, sobre todo en la pérdida de peso.
Aunque muchos optan por dejar la Coca-Cola de golpe, expertos señalan que quitarse la adicción a este refresco debe ser un proceso lento, sin eliminar el consumo de inmediato porque al igual que las drogas, el organismo sufre sin su dosis de Coca-Cola.
Es decir, si tu consumo de este refresco es alto, lo recomendable es que la dosis vaya bajando conforme pasan los días. Si a diario tomabas 4 vasos de este refresco, reduce primero tu consumo a dos y posteriormente a uno.
Poco a poco tu cuerpo va a ir comprendiendo que no necesita de la Coca-Cola y lograrás tomar un día sí y un día no el refresco. Con el paso de las semanas verás que puedes pasar días enteros sin consumir esta bebida.
Los beneficios los comenzarás a ver en tu cuerpo, que se verá un poco más delgado debido a que ya no recibe las altas cantidades de azúcar que te da la Coca-Cola, además de que estarás más hidratado por aumentar tu consumo de agua natural.
Incluso, los expertos señalan que después de librarte de la adicción a la Coca-Cola podrás consumir esporádicamente un vasito de este refresco, es decir, de vez en cuando puedes darte el gusto de comer unos tacos al pastor con tu “coquita” de vidrio, pues para tu cuerpo ya será un gusto y no una necesidad.
