No debe haber ninguna duda de que el cambio climático fue un factor en el proceso de los incendios australianos, dijo hoy una vocera de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) con sede en Ginebra.
Clare Nullis, vocera de la OMM, dijo en una conferencia de prensa que a nivel nacional, las precipitaciones en Australia se ubicaron muy por debajo del promedio en noviembre pasado, el noviembre más seco de los 120 registrados desde 1990.
De acuerdo con una agencia del gobierno australiano citada por la vocera, 2019 fue un año extraordinariamente seco en Australia y estableció las condiciones para una temporada de incendios prolongada y desafiante.
El día más caluroso jamás registrado fue el 19 de diciembre de 2019, añadió la vocera, con un máximo promedio de 41,9 grados centígrados en toda Australia.
Australia enfrenta actualmente una de las peores crisis por incendios en la historia del país y al menos 25 personas han muerto desde septiembre.