La política poblana ha visto de todo en el año que se va, desde un Congreso local donde la mayoría de los legisladores ha trabajado para sacar adelante al estado, hasta personajes que por su incongruencia, cinismo y comportamiento han dejado mucho qué desear.
La lista de políticos poblanos "quemados" de 2019 es larga, pero vamos a sintetizarla en aquellos que han dejado por los suelos el poco prestigio que tendrían, destacando esos que traicionaron sus convicciones para mantenerse en la órbita del poder.
La diputada federal Nayeli Salvatori Bojalil es de las legisladores impresentables de 2018. La exlocutora de terrible ortografía y bajo léxico, se colocó como una de las políticas que peores resultados ha dado, aunque se jacte de ser la más productiva. Nayeli Salvatori ha dado más de que hablar con sus peleas en Twitter y su despecho a su exesposo que con su trabajo legislativo.
En el mismo tenor está la diputada panista Verónica Sobrado, quien está más enfocada en exigir a las autoridades aclarar el tema Moreno Valle-Alonso, que en presentar iniciativas en beneficio a la población. Incluso, Imagen Poblana la buscó para conocer su opinión sobre la alerta de género, pero la legisladora nunca accedió a la entrevista.
El diputado local Héctor Alonso Granados es el legislador más repudiado de la LX Legislatura por su actitud propia de porto estudiantil, donde ha mostrado una marcada misoginia e incluso retó a golpes a su excompañero de bancada Gabriel Biestro Medinilla.
Los siguientes "diputados" bien podrían fusionarse por las actitudes similares que han tenido este año, dejando de lado su trabajo por el que ganan muy bien por los eventos que alimentan su ego. Nos referimos a Gerardo Islas y Jonathan Collantes, legisladores más interesados en selfies y fiestas con sus "bros" que en aportar algo a la sociedad poblana.
Sin embargo, sin duda el personaje político que se lleva el título del político más "quemado" es sin duda Genoveva Huerta, presidenta estatal del PAN, quien está en el ojo del huracán por el fraude cometido a las arcas del partido blanquiazul, tema que aún tiene mucha tela de dónde cortar.
