La polarización entre detractores y defensores del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dividió el país en dos bandos: los "fifís" y los "chairos", dos términos despectivos utilizados durante este año en redes sociales para descalificar al adversario, según dijeron especialistas a Sputnik.
López Obrador, que el 1 de este mes cumplió un año en el poder Ejecutivo, "tiene delante la ardua tarea de reconstruir una sociedad polarizada y desencantada, que al mismo tiempo no deja de creer que un cambio aún se puede dar", declaró a esta agencia el analista político y experto en organización de campañas electorales, Héctor Escalante.
Para descalificar a los "conservadores", ya desde la campaña electoral, el propio presidente revivió el término "fifí", expresión que se remonta al siglo XIX y que es un apocope de "finos", vocablo que se utilizaba de forma peyorativa para referirse a la banalidad de la "gente bien".
"El presidente sabe que tiene una fuerza social importante, lo que le permite insistir en el mismo discurso divisivo que ha repetido durante años, aunque ese mensaje tiene una fecha de caducidad", advirtió Escalante al comentar la incesante campaña del jefe de Estado sobre este asunto.
La Real Academia Española de la Lengua define "fifí" como una "persona presumida que se ocupa de seguir las modas", y su uso para denostar a quienes lo critican se multiplicó jocosamente en forma exponencial entre sus seguidores en las redes sociales.
Pero en marzo pasado, durante una de sus conferencias de prensa, el mandatario explicó los nuevos alcance que le da al término: "los fifís son los fantoches, conservadores, sabelotodo, hipócritas, doble cara".
López Obrador asegura que está llevando a cabo la "cuarta transformación" histórica de México, que seguiría a la independencia de España; las reformas liberales de mediados del siglo XIX y la revolución de 1910.
El pasado 1 de diciembre, cuando cumplió el primer año de su llegada al poder presidencial, se realizaron dos actos masivos simultáneos, en las antípodas simbólicas de la capital: un festival popular en la plaza principal del Zócalo, frente al Palacio Nacional, su residencia y sede del Ejecutivo, al que acudieron sus partidarios; y una marcha organizada por los opositores en el céntrico Paseo de la Reforma, desde el obelisco al Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución.
Ni chairos ni fifís
"Ni chairos, ni fifís, defendamos el país", fue una de las consignas utilizadas por los opositores.
La expresión coloquial "chairo" refiere coloquialmente a la masturbación, pero ahora es utilizada para referirse en forma despectiva a los activistas de izquierda, que "hablan paja" y arman castillos en el aire.
Julia Lazo, comunicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló a Sputnik que ese ambiente de confrontación en las redes sociales se trasladó a la vida cotidiana de muchos mexicanos, contaminando el debate.
"Estamos viviendo una situación bastante difícil, muy alarmante, que no sabemos cómo va a continuar", alertó la académica.
El centro de investigaciones SignaLab del jesuita Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Guadalajara realizó varios informes elaborados a partir de herramientas de inteligencia de datos y encontró que hay coincidencias en la fecha en que se crearon muchas de las cuentas de Twitter que se usan para alimentar la controversia.
"Es algo muy preocupante, porque esta polarización dificulta cómo saber lo que la sociedad está pensando realmente", señaló la investigadora.
Buena parte de esas cuentas comenzaron a funcionar en 2018 y 2019, lo que hace sospechar de la creación de "granjas de bots", es decir, cuentas artificiales que se manejan por una persona o un grupo de personas precisamente con el objetivo de generar grandes cantidades de contenido sobre un tema específico.
"Twitter se ha convertido en terreno minado, espacio de choque y confrontación que vuelve difícil la construcción de acuerdos y de debates serenos", señalan los expertos de SignaLab.
Lazo coincide en que esa falta de serenidad afecta la capacidad de debate, particularmente cuando muchos ataques van dirigidos hacia la prensa y los líderes de opinión de uno y otro sector.
"No soy optimista en cuanto a lo que viene al futuro en nuestra vida pública", dijo a esta agencia la académica.
Por su parte, Jaime Chalita, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, gremio que agrupa a los grandes empresarios, dijo que López Obrador debe llamar a la unidad y ser el presidente de todos los mexicanos.
"Nosotros seguimos esperando que el presidente sea el presidente de todos los mexicanos y que sea el estadista que merece México, y cuando él llamé a la unidad, desde el empresariado estaremos listos a trabajar juntos", manifestó el empresario durante un foro con periodistas.